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Parecía que llegaría más tarde, pero la segunda ola del coronavirus ya azota media España, situando como próximo objetivo doblegar de nuevo la curva en los lugares con mayor incidencia. En un intento de hacer un alto en el camino de cara a analizar los aciertos y errores cometidos durante la primera ola y la desescalada, un grupo de expertos se han unido en el encuentro COVID-19 ANIS (@anisalud) para intentar responder qué está fallando y cuáles son los próximos pasos a seguir.
La escasa prevención, control de los asintomáticos y relajación en la desescalada han según los expertos los grandes fallos de la gestión del Covid en España. Ahora piden mejorar la coordinación en la respuesta, incluir a la comunidad científica en la toma de decisiones políticas o crear medidas de protección para los mayores como alguna de las recetas para que no se vuelva a repetir lo vivido en la primera ola.
Un verano demasiado relajado
La excesiva relajación tras el estado de alarma es uno de los fallos que apuntan la mayoría de los expertos. "Tuvimos durante el verano una excesiva relajación y permisividad de las relaciones sociales. Demasiada playa chiringuito como si el virus no estuviese circulando", opina Daniel López Acuña (@lopezacunad), ex asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS). También señala la falta de refuerzo en los mecanismo de rastreo, PCRs y diagnósticas en las personas asintomáticas positivas.
"Yo creo que en esta situación tan extraordinaria, no hemos sabido trasmitir lo difícil e inédita que era", señala Margarita del Val, inmunóloga investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (@CSIC). "Parecía que en verano volvíamos con la desescalada a una especie de balsa, pero deberíamos mover un pooco el timón. La mitad de los contagios han estado sin identificar durante el verano", resalta la viróloga. Para la investigadora del CSIC, al igual que para el resto de los participantes en el coloquio, el problema ha sido la transmisión asintomática.
No tener en cuenta características de los mayores
La experta invita a tener en cuenta los factores demográficos –"Madrid tiene la mayoría de las zonas de alta densidad entre las 20 o 30 de Europa, lo que lo coloca como un importante factor de riesgo"– así como las características que tiene España por tener una de las sociedades más longevas y esperanza de vida. "Aquellas poblaciones con porcentaje mayores de 65 años, tendrán que tener medidas distintas", recomienda.
Un punto en que coincide Jóse Martínez Olmos (@PmOlmos), ex secretario general de Salud y especialista en Medicina Preventiva Salud Pública. "No solo es importante proteger a los mayores físicamente sino también los impactos en la salud mental y emocional. El sector social necesita soluciones imaginativas para que cuando esto se termine no se vea un daño mayor", opina. Mientras, César Carballo (@ccarballo50), médico de Urgencias en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid recomienda sellar las residencias, recordando que ya lamentamos cerca de 20.000 muertos en la primera ola.
"El hospital es solo el final del túnel"
En este sentido, el doctor Carballo, que coordina la iniciativa #Unaestrategiaintegral, que trata de optimizar la estrategia frente a la COVID-19, ha recordado que "el hospital es el final del túnel de esta pandemia". Así, apunta a que todavía queda mucho por hacer en la parte preventiva y de Atención Primaria para que los enfermos nos lleguen a las UCIS, mientras que recomienda aislamiento de los positivos asintomáticos.
Una debilidad, la de la Atención Primaria, reconocida por la propia directora General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Pilar Aparicio (@paparicio3), en el coloquio. "Con un sistema de salud debilitado por los recortes, los servicios de Atención Primaria no han permitido dar la talla", asegura. "En estos momentos aparte de mantener guardia en alto en Salud Pública, tenemos que hacer un esfuerzo comunitario para doblegar la curva para no tener otra ola en otoño-invierno", señala Daniel López Acuña, ex asesor de la OMS.
Falta de rastreo y vigilancia
"Nunca está de más decir que para controlar la pandemia, hay que tener detección precoz de casos. Lamentablemente eso no se ha llevado a cabo en muchos lugares de España. Pero a esto hay que añadirle un ejército de rastreadores en coordinación con atención Primaria", indica el doctor Fernando García López, representante de más de 600 profesionales sanitarios que piden medidas urgentes en la Comunidad de Madrid para evitar el colapso sanitario.
El doctor Santiago Moreno, jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, fue contundente al señalar que la segunda ola podía haberse evitado. Para Moreno, una parte de la sociedad tiene la culpa de lo que está sucediendo, pero Sanidad no ha puesto todos los medios para evitar esta segunda ola. “El número de rastreadores es insuficiente; además los mensajes no han calado y la población no ha sido capaz de hacer el aislamiento”.
Descordinación política y poca presencia de expertos
Moreno es uno de los firmante del mensaje de 55 sociedades científicas a la clase política por la gestión de la COVID-19 "Los políticos mandan en salud, pero no saben”, por lo que sostiene que la única salida de la crisis es hacer un buen diagnóstico, el el que intervengan los técnicos, poner medidas de aislamiento proporcionadas y con seguimiento y hacer un "semáforo de alertas" con indicadores claros.
El doctor Carballo ha señalado la falta de coordinación entre las Comunidades Autónomas, “una imagen que crea confusión en la ciudadanía”. A su juicio, falta la palabra autocrítica por los gobernantes tanto nacionales como autonómicos. Por su parte Jóse Martínez Olmos abre una ventana al optimismo: "Si nos preparamos bien para cuando llegue la vacuna, estableciendo grupos prioritarios, podemos ser un modelo a seguir".