La demencia digital es un término creado por el neurocientífico Manfred Spitzer que utiliza para referirse a cómo el uso excesivo de las tecnologías afecta negativamente a nuestras habilidades cognitivas, incluyendo la memoria, la capacidad de aprendizaje y la concentración.
El experto explica en su libro Demencia digital: El peligro de las nuevas tecnologías, que el uso excesivo de los dispositivos móviles y las redes sociales no afectan solamente a nuestra productividad y a nuestro sueño, sino que también puede afectar a nuestras capacidades mentales, de ahí que haya decidido denominar a este fenómeno como demencia digital, por la similitud con alguno de los síntomas de esta enfermedad.
Por si todavía había dudas, Spitzer matiza que la demencia digital no es una demencia en el sentido clínico, pero presenta síntomas parecidos, como la disminución de la memoria y la atención.
"El uso de medios audiovisuales en la primera infancia ya ha afectado el desarrollo del cerebro, especialmente el normal desarrollo del habla", explica el experto en su libro, tal y como recoge un artículo del Cognitive Remediation Journal.
Y es que las personas que están tan enganchados a la tecnología tienen más dificultades para recordar información, lo que afecta negativamente a nuestra memoria porque al confirmar en nuestros dispositivos para almacenar los datos y la información que nos interesa, nuestros esfuerzos de aprendizaje y de recordar cosas tan normales como un número de teléfono o una fecha de cumpleaños, disminuyen.
Dejar de hacer esfuerzos por recordar y buscar directamente la respuesta en Internet hace que nuestras neuronas, que son como músculos que necesitan que los ejercitemos, comiencen a atrofiarse, al dejar de utilizarlas.
Otro de los síntomas de la adicción a la tecnología y a las pantallas también afecta a la atención, el lenguaje y a la capacidad de respuesta a estímulos, lo que aumenta también el riesgo de ansiedad, aislamiento y depresión.
"Los medios digitales causan problemas con el autocontrol. El uso excesivo de medios digitales está relacionado con Fenómenos indeseables como obesidad, estrés y trastornos del sueño", asegura el experto en su libro.
Cómo podemos prevenirla
Para combatir la demencia digital lo más importante es tener una relación sana con las redes sociales y los dispositivos tecnológicos.
Lo primero que se puede hacer es comenzar a desconectarse regularmente, es decir, tener momentos sin tecnología, pantallas, videojuegos... Para ello, una buena idea es buscar actividades que puedas realizar al aire libre, y que al mismo tiempo te hagan tener el cerebro activo y así fortalecerlo.
El ejercicio físico es otro gran aliado. Evitar el sedentarismo, moverse todos los días y siempre que sea posible ir andando a los sitios, favorecerán a tu salud física y mental.
La actividad física no es la única que debemos cuidar, y nuestro cerebro debe estar entrenado. Esto podemos hacerlo a través de juegos de memoria, palabras, relacionar elementos o juegos de estrategia, por ejemplo.
Por último, la socialización es imprescindible, ya que la demencia digital puede llevar a aislarnos, y, por lo tanto, el riesgo de depresión también aumenta. Encontrar espacios para socializar y pasar tiempo con nuestros amigos sin pantallas, nos ayudará también.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.