65ymás
La diabetes insípida (DI) es una afección poco común que produce micción frecuente (mucha orina clara) y sed excesiva, y que a veces se debe a problemas de la glándula pituitaria o de los riñones.
"La DI no está relacionada con la diabetes mellitus (diabetes tipo 1 y tipo 2), que es cuando el nivel de azúcar en la sangre (glucosa) es demasiado alto", aclara la sociedad científica.
Por su parte, y en una entrevista con Infosalus, la doctora María Sonia Gaztambide Saenz, miembro del Área de Neuroendocrinología de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) explica que se produce por una deficiencia en la secreción de la hormona antidiurética, y como consecuencia de la destrucción de diferentes núcleos celulares del hipotálamo.
Difucultad para absorver el agua
"Esta deficiencia hace que no se reabsorba el agua filtrada por el riñón, por lo que se emite una mayor cantidad de orina que es diluida", aclara la también profesora de la Universidad del País Vasco.
Entre otras, menciona que las causas más frecuentes son las debidas a traumatismos cráneo-encefálicos o a la cirugía hipofisaria, aunque señala que también pueden deberse a tumores hipotalámicos o a enfermedades infecciosas como la tuberculosis o la sífilis. "Éstas son posibles causas pero realmente raras. Las diabetes insípidas de origen genético y familiar son menos del 1% de todas ellas", aclara la médico especialista en Endocrinología y Nutrición.
Así, indica que no existen cifras concretas de españoles que padezcan la diabetes insípida, si bien afirma que sí se conoce que entre un 20 y un 40% de las cirugías transesfenoidales (para quitar tumores hipofisarios) producen diabetes insípida en el postoperatorio, aunque fija que menos del 2% son permanentes.
Síntomas
Entre los principales síntomas de la diabetes insípida, endocrinóloga y jefa de servicio de Endocriniologia y Nutrición del Hospital Universitario de Cruces (Barakaldo, Bizkaia) apunta a la poliuria (mucha cantidad de orina), polidipsia (mucha sed), o a la orina diluída. "Mientras se bebe la cantidad de agua que se pierda, el sistema mantiene el equilibrio.
El problema reside en aquellas personas con un acceso al agua complicado o difícil, que al perder agua y no poder beber, se deshidratan. Esto es más frecuente en niños y en personas mayores", alerta la también miembro de la Red europea de Enfermedades Raras. En cuanto al diagnóstico, la doctora Gaztambide señala que son importantes los antecedentes (traumatismo, cirugía hipofisaria), así como la historia familiar, la cantidad de ingesta de agua y de diuresis, así como la orina muy diluida.
Cómo detectarla
"En ocasiones hay que realizar una prueba de deprivación hídrica, dejarle al paciente sin beber, y analizar su peso; aparte de analizar diversos parámetros bioquímicos en sangre y en orina; así como medir la hormona antidiurética al finalizar la prueba, u otras moléculas relacionadas", agrega la endocrinóloga.
Igualmente, reconoce que la resonancia magnética del área hipotálamo-hipofisaria puede detectar anomalías en esta área, y en los casos infantiles, en general en los menores de 6 años el origen es genético, siendo éste "más seguro si hay incidencia familiar". Sobre el tratamiento, la miembro de la SEEN señala que, por lo general, esta forma se trata con una hormona similar a la existente en el organismo, llamada 'desmopresina' (DDAVP, 'Minurin'), un medicamento que reemplaza a la hormona antidiurética que falta y disminuye la cantidad de orina.