Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorEl síndrome de Raynaud afecta la circulación sanguínea, de forma que cuando tenemos frío, ansiedad o estrés, los dedos de las manos y los pies pueden cambiar de color. Otros síntomas pueden incluir dolor, entumecimiento, hormigueo y dificultad para mover el área afectada. Normalmente no es una afección grave, aunque a veces, puede ser un signo de una enfermedad más grave y debemos consultar con el médico.
Cuando padecemos la enfermedad, la piel puede volverse blanca o de un color más claro a medida que se restringe el flujo sanguíneo. A veces, se vuelve azul cuando los vasos sanguíneos reaccionan y también puede enrojecerse. Una forma de saber si la padecemos, es que veremos que las yemas de los dedos se vuelven pálidas y nos entra un hormigueo. Algunas personas también detectan que sus oídos, nariz, y labios se ven afectados. Los síntomas de Raynaud pueden durar desde unos minutos hasta algunas horas y no existe cura, aunque sí formas de controlarlos.
En el caso de que experimentes este fenómeno, podrás tratar los síntomas tu mismo manteniendo tu cuerpo caliente. Para las formas leves de la enfermedad de Raynaud, puede ser útil cubrir la piel expuesta antes de salir de casa, usando ropa de abrigo durante el invierno, especialmente en las manos y los pies. En casa mantendremos una temperatura adecuada, y haremos ejercicio regularmente porque nos ayuda a mejorar la circulación. También seguir una dieta sana y equilibrada y no fumar van a beneficiarnos.
Si se produce un ataque, y tenemos la oportunidad, sumergiremos las partes afectadas en agua tibia, para evitar que empeoren y recuperar el flujo sanguíneo. Si no tenemos agua a mano, buscaremos la forma de entrar en calor, frotando las manos o con nuestro vaho.
Para la mayoría de las personas que viven con Raynaud, es más un inconveniente que un problema grave. Evitar los desencadenantes, principalmente el frío, puede reducir los espasmos que provocan los síntomas. Si existe una causa subyacente, como esclerodermia o lupus, puede ser más difícil controlar estos ataques, tal y como indica el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido. Entonces estamos hablando de un Raynaud secundario, y debemos acudir al médico para controlar su afección subyacente.
Los adultos que comienzan a tener el fenómeno después de los 35 años deben hacerse un análisis de sangre para ver si su afección es primaria o secundaria.
Igualmente, si los síntomas son muy graves, empeoran, afectan nuestra vida diaria, suceden solo en un lado del cuerpo, o vienen acompañados de dolor en las articulaciones, erupciones cutáneas o debilidad muscula, debemos acudir al médico.