Qué es y para qué sirve el reconocimiento médico deportivo

Los gimnasios tienen la obligación de solicitar a sus socios una evaluación física que demuestre un buen estado de salud para evitar futuras complicaciones. Una práctica que todos deberíamos considerar antes de empezar a hacer deporte para saber si estamos en condiciones de hacerlo, así como para saber qué ejercicio es mejor para nosotros. De esta forma se garantiza que vamos a obtener una buena respuesta por parte de nuestro cuerpo.

Con la ayuda de los exámenes médicos deportivos, es posible el reconocimiento temprano de riesgos y enfermedades latentes o presentes que puedan suponer un riesgo para nuestra salud. Y aunque normalmente estos chequeos están destinados a los deportistas de alto rendimiento, también son recomendables para principiantes en todos los grupos de edad. De hecho, los especialistas en Medicina Deportiva recomiendan someterse a este reconocimiento a todas las personas que quieran empezar a hacer deporte de forma constante, especialmente si hasta el momento se ha llevado una vida sedentaria.

En qué consiste

La exploración física nos puede indicar nuestro grado de preparación. Durante el reconocimiento, deberemos rellenar una encuesta médica de antecedentes familiares, personales y deportivos; y se procede a la toma de constantes vitales (frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, saturación de oxígeno, tensión arterial); la toma de medidas antropométricas (peso, talla, índice de masa corporal, composición corporal), así como la realización de exámenes como un electrocardiograma, una optometría, o radiografías, si el médico lo considera necesario. Este reconocimiento permite detectar si tenemos lesiones mal curadas, atrofias musculares o patologías, así como si has tenido pre síncopes, palpitaciones por esfuerzo, incremento de la tensión arterial, o inestabilidad cervical, por ejemplo.

Un corazón en forma

La práctica deportiva pueden ser una experiencia positiva para todos los grupos de edad, ya que mejoran el estado físico, la autoestima, la coordinación y brinda una oportunidad para el trabajo en equipo y la sociabilización, de forma que cada vez es más frecuente encontrar deportistas de mayor edad, entre los que es conveniente realizar, además del examen físico y el electrocardiograma de reposo, una prueba de esfuerzo y un ecocardiograma (que ofrece una imagen en movimiento del corazón).

Los especialistas consideran que una prueba de esfuerzo y una prueba cardiovascular podrían estar justificadas en hombres mayores de 40 y mujeres mayores de 55 que tienen dos factores de riesgo coronario antes de participar en deportes competitivos.

La valoración cardiovascular preparticipativa (VCVP) es la parte del reconocimiento médico deportivo orientada a detectar las enfermedades que predisponen a complicaciones cardiovasculares con el deporte. A pesar de que existe cierto debate con respecto a quien debería hacerse una VCVP, la corriente principal parece estar de acuerdo en que lo razonable sería que todo deportista federado o no y todo aquel que esté interesado en comenzar un programa de ejercicio realice una VCVP, indica la Fundación Española del Corazón. Esta importancia es mucho mayor en deportistas con antecedentes familiares de enfermedades hereditarias del aparato cardiovascular, cardiopatía isquémica o muertes súbitas en menores de 55 años, deportistas con factores de riesgo cardiovascular (hipertensión arterial, diabetes, dislipemia aterogénica, sobrepeso, tabaquismo, sedentarismo). Y, sobre todo, en deportistas con alguna enfermedad cardiológica conocida o con síntomas de alarma.