La esperanza de vida está estrechamente relacionada con las condiciones socioeconómicas

Un informe sobre el sistema sanitario presentado por el Consejo Económico y Social de España (CES) pone de manifiesto la estrecha relación existente entre la salud y los determinantes socioeconómicos, territoriales y de género. Un mejor estatus de las personas implica mayores y mejores niveles de salud y esperanza de vida. En España los resultados son "muy favorables", según el Sistema Nacional de Salud (SNS). 

A pesar de tener un gasto inferior a la media europea, el presidente de la Comisión de Trabajo del CES, Félix Martín, ha apuntado que "en España se vive más y se vive mejor y esto tiene que ver mucho con el SNS".

 

 

Tenemos una esperanza de vida mayor y más saludable que la media europea y que nuestro entorno, pero "hay variaciones significativas a nivel territorial, socioeconómico o de género", ha apuntado el presidente.

En este aspecto, Félix Martín ha aseverado que, actualmente, "un hombre con estudios superiores puede llegar a vivir a partir de los 30 años unos cinco años más que un hombre con estudios medios". En cuestiones de territorio, "esta diferencia puede llegar hasta los siete años".

Salud mental: asistencia privada en aumento 

Esta situación se evidencia aún más cuando se trata de la salud mental. Los expertos apuntan que "se debe mejorar la equidad en el acceso a los servicios". 

Dos de cada diez consultas se atienden en la sanidad pública frente a ocho de cada diez que se atienden en la sanidad privada, para aquellos que pueden permitirse un seguro privado.

El servicio privado pertenece tan solo al 14% de la población mientras que un 85% depende exclusivamente de la sanidad pública

El documento muestra que, aunque la asistencia privada en España es un fenómeno minoritario, "está creciendo en las últimas décadas, aunque con diferencias territoriales entre comunidades autónomas y a nivel socioeconómico", ha explicado Félix Martín.

Señala que una cobertura sanitaria mixta, que intercala la asistencia privada y la pública, es más usual en la población con ingresos más altos, en edades intermedias y con un mayor nivel de estudios.

El CES pretende acabar con estas desigualdades y mejorar la equidad en el acceso a los servicios sanitarios. 

Para ello, proponen "avanzar hacia una efectiva universalidad del sistema nacional de salud, desligando el acceso a la atención sanitaria de la condición de aseguramiento de la Seguridad Social". 

También, desean avanzar en la integración de subsistemas de protección sanitaria y garantizar un acceso equitativo a los servicios, especialmente para los grupos más vulnerables.

Así mismo, ante la preocupación de la ciudadanía por el deterioro progresivo del SNS, el informe pone en valor tres aspectos fundamentales: la universalidad del sistema, la extensión de la cartera de servicios, y la clasificación y profesionalidad de los recursos humanos.

La cronicidad y la prevención: los principales retos del SNS

Por otro lado, en el trabajo se abordan los principales retos a los que se enfrenta el Sistema Nacional de Salud. 

Destaca principalmente el aumento de la cronicidad de las enfermedades. Se debe abordar este tránsito desde un modelo basado en la atención a los pacientes agudos y esporádicos, y otro orientado a la gestión de la cronicidad.

 

 

En el ámbito de la prevención, "el aumento de la esperanza de vida va acompañado del aumento de la enfermedad crónica, especialmente en las mujeres. Esto nos lleva a una apuesta decidida por la prevención", ha señalado Félix Martín. 

El CES pone en el foco dos enfermedades concretas: las del aparato circulatorio y el cáncer. En muchas ocasiones su aparición responde a estilos de vida no saludables que se pueden evitar.

Aun así, el documento apunta que "el sistema sanitario por sí mismo no tiene capacidad para afrontar ese reto". 

La atención primaria: el verdadero problema del sistema

Con respecto a la situación de la Atención Primaria (AP) y las listas de espera, el CES advierte de que este sector atraviesa "una situación especialmente crítica" y asegura que es y debe ser "el verdadero eje del sistema".

En la actualidad, tal y como informa Felix Martin, ha habido un aumento sustancial de las consultas de AP, especialmente en el año 20/21. Esto se debe a la acumulación de patologías crónicas debido al envejecimiento, que han incrementado la frecuencia un 45%. 

Además, en este aspecto también hay diferencias socioeconómicas y territoriales "con intervalos de tres a seis consultas por habitante y año" según su territorio. 

Por ello, el documento propone incrementar el número de profesionales mejorando las condiciones laborales, de estabilidad, de atracción de talento, y reducir la temporalidad.

 

 

Se incide en que no se ha llegado a recuperar los niveles de atención primaria que había antes de la crisis de 2008, los profesionales contratados durante la pandemia no se han mantenido y las condiciones laborales son disuasorias. 

"Hay dificultades de conciliación y en la temporalidad de contratos", explica Félix Martín.

Ante esta situación y para atajar el problema de las listas de espera, el CES propone la elaboración de un mapa nacional de Recursos Humanos actualizado. 

Así, se aumentarían las plazas en las especialidades que lo requieran dando incentivos para cubrir plazas en entornos poco demandados.

Adaptar la sanidad pública 

El informe recoge que "la efectividad de las políticas de salud pública exige el compromiso de actuar sobre los principales determinantes de salud, con planes interdepartamentales de salud pública, con altos niveles de colaboración y coordinación".

Se debe adaptar el sistema a una población cada vez más envejecida y reforzar las estructuras de Atención Primaria y salud pública. También, abordar la escasez de recursos humanos y su envejecimiento. 

Además, se debe adaptar a la digitalización, las nuevas tecnologías y terapias avanzadas, junto con la Inteligencia Artificial.