Toni Esteve
Salud
¿Cuál es la temperatura ideal que debe tener el agua para ducharse?
Toni Esteve
Foto: Bigstock
Lunes 18 de enero de 2021
ACTUALIZADO : Lunes 19 de julio de 2021 a las 16:03 H
4 minutos
Debemos evitar ducharnos con agua muy caliente o muy fría, para evitar la deshidratación de la piel
Ducharse es un hábito imprescindible en nuestra higiene personal y también una fuente de placer y relajación. No obstante, los dermatólogos advierten que las duchas frecuentes y largas, además de no ayudar al medio ambiente, deterioran el manto lipídico de nuestra piel, favoreciendo la sequedad de esta, el picor y las dermatitis. Según la Organización mundial de la salud (@WHO), la duración máxima de una ducha debería ser de cinco minutos. Alargarla más es contraproducente e incompatible con un uso sostenible del agua y de la energía.
La mayoría de expertos coinciden en que lo mejor es ducharse una vez al día. No más, sobre todo si esto incluye el uso de jabones, esponjas u otros productos que desgastan nuestro microbioma cutáneo, que es una capa de bacterias inocua que recubre la piel. Si necesitamos alguna ducha extra, mejor hacerlo solo con agua, para no debilitar la piel y dejarla más expuesta a las infecciones. ¿Agua caliente o fría? Obviamente, dependiendo de la época del año en la que nos encontremos nos apetecerá una temperatura distinta del agua. Sobre todo si nos la estamos dando por placer. Pero deberíamos evitar ducharnos con agua muy caliente o muy fría precisamente para evitar la deshidratación de la piel.
En invierno a la mayoría nos apetece una ducha con agua caliente. Pero en esta época del año también es muy importante mantener hidratada nuestra piel, puesto que la humedad, el frio y el viento no ayudan a mantenerla sana. Parece haber consenso en que la temperatura del agua en esta época del año no debería superar los 38º. La temperatura ideal oscila entre los 29º y los 38º, movernos en esta franja ya dependerá de los gustos de cada persona. En cualquier caso, sobrepasar los 38º aumentará la sequedad en nuestra piel
En verano seguramente nos apetecerá que el agua esté más templada, entre los 25 y los 30º. De hecho, esa sería una temperatura ideal para todo el año, ya que el agua templada favorece que se cierren los poros de la piel y nos ayuda a mantener su hidratación, con lo que su aspecto también mejorará (se verá más tersa y menos envejecida). De modo que, si puedes tolerarla, esa temperatura podría ser siempre el punto de partida en tu higiene diaria.
Para mejorar la circulación
Otra cosa distinta son los baños y duchas por motivos terapéuticos. Muchas personas padecen síntomas relacionados con la mala circulación sanguínea, como sensación de pesadez o dolores y calambres en las piernas. Estos síntomas pueden estar relacionados con una Insuficiencia Venosa Crónica (IVC) y pueden mejorar con duchas de agua fría, ya que facilitan que las venas realicen bien su función de retorno de la sangre al corazón. En este sentido, la Asociación Cuida tus Venas destaca que el agua fresca en las piernas activa la función venosa aliviando la sensación de pesadez y el dolor.
Además de mejor la circulación en personas con problemas de varices. En caso de tener picor en la piel, el agua fría o templada ayudará igualmente a calmarlo. Por último, el agua fría también estimula el metabolismo y nos hace sentir más enérgicos y activos.