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Disminución del volumen pulmonar, disnea de esfuerzo, atrofia muscular o alteraciones en la circulación son algunas de las principales secuelas de los pacientes con Covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, según ha comentado el jefe del servicio de neumología del Hospital Vithas Xanit Internacional, Gustavo de Luiz.
"En los pacientes que han padecido la enfermedad de forma más leve las secuelas físicas están siendo prácticamente inexistentes, sin embargo, sí se han detectado posibles secuelas en algunos casos que revistieron mayor gravedad", ha comentado.
Así, prosigue, las principales secuelas a nivel respiratorio que se están encontrando, hasta el momento, en los pacientes que han estado ingresados por afectación pulmonar secundaria a infección por coronavirus, son alteraciones de la difusión y volúmenes pulmonares, siendo esto uno de los responsables de la falta de aire al realizar una actividad ligera (disnea de esfuerzo).
"Es muy importante para la mejoría respiratoria la realización de fisioterapia motora y respiratoria durante el ingreso, y posteriormente, de manera ambulatoria. La hiperactividad bronquial postinfecciosa es otra de las principales secuelas que estamos encontrando en la revisión de estos pacientes, precisando tratamiento para recuperar la capacidad respiratoria previa a la infección", ha añadido el doctor.
Además de las secuelas respiratorias, es importante tener en cuenta las secuelas físicas, que se producen principalmente en aquellos pacientes que han estado ingresados en UCI con la falta de movilidad que eso supone.
"También cabe destacar que, a consecuencia del internamiento de estos pacientes en UCI, cuya estancia media ronda los 60 días, vamos a encontrar secuelas a nivel físico como atrofia muscular, rigidez articular, dolor muscular o alteraciones en la circulación (edemas, acumulación de líquido o trombos)", ha argumentado el fisioterapeuta del Hospital Vithas Xanit Internacional, Antonio Bellido.
Esto, apostilla, hace necesario llevar a cabo un proceso de rehabilitación, donde cobra especial importancia la fisioterapia, que puede comenzar a nivel intrahospitalario (incluso en UCI) para ayudar a combatir la infección activa, y que debe continuar a nivel ambulatorio para tratar las secuelas y mejorar la calidad de vida de los pacientes después de su curación.
Todas estas secuelas, especialmente las respiratorias y las físicas, hacen que el paciente que ha superado el proceso de hospitalización necesite normalmente rehabilitación, cobrando, en este sentido, un papel muy importante la fisioterapia.
Con la fisioterapia se puede actuar, por ejemplo, evaluando las posibles alteraciones del patrón ventilatorio y de las regiones pulmonares con disminución de la ventilación mediante instrumental especializado. De esta forma, se exploran las alteraciones del movimiento, la postura y la procedencia del dolor muscular y articular que se producen debido al tiempo de encamamiento.
"Los especialistas en fisioterapia podemos ayudar a los pacientes que han sufrido coronavirus para, por ejemplo, optimizar la ventilación, tratando el diafragma (principal músculo de la respiración) mediante técnicas manuales e instrumentales (inspirómetro), así como realizando ejercicios para estimularlo y tonificarlo", ha enfatizado Bellido.
Además, el experto ha destacado la necesidad de educar al paciente con técnicas y estrategias para realizar durante su actividad diaria que le ayuden a mejorar su ventilación y oxigenación cuando tengan sensación de falta de aire y, además, que aprendan a aumentar la movilidad y la elasticidad de todos los elementos de la caja torácica (costillas, músculos accesorios de la respiración, vértebras torácicas) para ayudar a una ventilación fluida.
Realizar técnicas de drenaje puede ser también necesario para expulsar secreciones residuales que puedan obstaculizar el paso libre de aire por todas las regiones del pulmón; así como prevenir futuras sobreinfecciones de ese moco que puedan generar nuevas neumonías.
"Ayudar a la evacuación de edemas (acumulación de líquido) que se hayan generado por la estancia prolongada en cama mediante técnicas de drenaje linfático, activar la circulación mediante ejercicios musculares específicos y técnicas manuales o reactivar y tonificar la musculatura atrofiada también se hace necesario. Los dolores musculares y articulares que padezca el paciente debido al tiempo que ha estado en cama sin moverse, también deben tratarse mediante técnicas manuales e instrumentales", ha zanjado el fisioterapeuta.