El ajo es uno de los alimentos con mayores propiedades beneficiosas para el organismo. Así, se ha demostrado que viene bien para el tránsito intestinal, para prevenir resfriados, para aumentar las defensas gracias a su carácter prebiótico y un largo etcétera de beneficios para la salud.
Uno de los más destacables, sobre todo en los tiempos que corren, es que ayuda a hacer frente a posibles infecciones de virus o bacterias. Aunque si se busca una verdadera barrera efectiva contra estos patógenos, su consumo se debe acompañar obligatoriamente de un lavado de manos frecuente y distancia interpersonal, puesto que por sí sólo no es efectivo.
Con todo, si bien es cierto que este alimento tiene propiedades beneficiosas para la salud, cabe destacar que, según asegura el Huffington Post, pueden perderlas si lo cocinamos de manera incorrecta.
Y es que la clave para que un ajo tenga propiedades medicinales es que tienen que mezclarse dos de sus componentes, la aliina y la alinasa y para que esto ocurra es necesario picarlo, machacarlo o masticarlo crudo.
Por ello, es imprescindible, antes de cocinar un ajo, picarlo bien y dejarlo reposar durante 10 minutos antes de pasarlo por la sartén. Gracias a esta sencilla acción, este alimento generará gran cantidad de alicina, resultado de la mezcla de aliina y la alinasa, y no toda se perderá en el proceso de cocinado.
También puede ser muy saludable ingerir el ajo crudo puesto que masticándolo se logra también esta mezcla y se le consigue sacar todos sus beneficios. Sin embargo, es cierto que el ajo puede dejar mal aliento a la persona que lo come si no se cocina.
