Esto es lo que debes hacer si comienzas a perder pelo

El pelo debe entenderse como una entidad dinámica, con distintas fases dentro de un ciclo fisiológico. Es habitual perder 150 cabellos de media cada día, ya que entran en la llamada fase de caída, para recuperarse después.

El doctor Alberto Soto, residente de 4º año en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada explica que las alopecias más comunes en realidad son las androgénicas, pudiendo haber casos tanto en hombres como en mujeres.

Actualmente, trabaja en una consulta monográfica de tricología, enfocada en el estudio de alopecias, y ha presentado los avances en esta afección en una entrevista con Europa Press. 

Diferencias entre hombres y mujeres

Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), la manifestación en el hombre tiene un patrón distinto. En el varón suele producirse un retroceso progresivo de la implantación del pelo a nivel parietal y frontal, conocido comúnmente como entradas, y posteriormente, o a la vez,  xtendiéndose a la zona de la coronilla.

En cambio, las mujeres suelen sufrir una mayor pérdida de cabello en la raya del medio, con una pérdida de densidad progresiva que va haciendo el pelo más fino. Es muy frecuente que de forma brusca comiencen a ver que el pelo se cae a puñados en el cepillo o en la ducha.

"Estas caídas más bruscas suelen identificarse con efluvios telógenos, de manera que un porcentaje mayor del habitual entra en fase de caída; se trata de un proceso autolimitado, que se acaba resolviendo por sí solo, y es reversible", comenta.

Es habitual que estos episodios sean precedidos de otros de estrés físico o psíquico, tras una cirugía o una enfermedad. "Hace un par de años fue muy frecuente entre quienes habían padecido la COVID-19", indica.

Alopecia autoinmune

Pero hay casos menos comunes, por ejemplo, si el cuero cabelludo se muestra enrojecido e inflamado, aparecen erosiones o sangrados o si aparece un fondo cicatricial y blanco. Todo ello serían señales de que es una alopecia de base inmune, "Estos casos necesitan atención médica especializada, como la del tricólogo (disciplina dentro de la dermatología). Cuando una persona ve que su cuero cabelludo no es el habitual, que su pelo pierde densidad o calidad, deben pedir asistencia con el especialista, quien cuenta con un instrumental especializado para ello, como la tricoscopia", añade. 

El especialista además recomienda no esperar a signos alarmantes para consultar un dermatólogo especialista en tricología. "Si consideras cambios significativos en tu cuero cabelludo, en densidad o en calidad de pelo, el mero hecho de recibir información fiable  ya es tranquilizador. La consulta, por tanto, no sólo tiene un fin terapéutico", indica.

¿Por qué se nos cae el cabello?

La alopecia androgénica, la más frecuente, sucede por la susceptibilidad del folículo del pelo a la influencia de las hormonas masculinas, también producidas, aunque sea en menor medida, por las mujeres. "Su acción en el folículo provoca una miniaturización progresiva, para después perder los mismos", explica el doctor.

En cuanto a los agravantes, el estrés físico y psíquico es el factor que más influye en la caída del cabello. "Como ocurre con la salud general de la piel, y de todas las personas, el bienestar físico global influye en el estado del cabello, el bien dormir, la dieta equilibrada y sana, el no tener un hábito tabáquico,  el carecer de estrés físico y psíquico facilita que el pelo se recambie dentro de sus ritmos habituales, que crezca sano y en un ritmo adecuado", señala. También hay que tener en cuenta que los trastornos endocrinos y de tiroides favorecen la caída del cabello, pero teniéndolo en cuenta más como un agravante que como una causa. 

Los tratamientos más eficaces

Respecto a los tratamientos. El más usado, según Alberto Soto, es el minoxidil, un vasodilatador que es muy útil en la fase de crecimiento del pelo. "Por vía oral, el minoxidil es un tratamiento de primera línea en las alopecias androgénicas", resalta.

Para combatir la alopecia androgénica, se utilizan habitualmente inhibidores de la 5-alfa-reductasa, que son el finasteride y el dutasteride. Su uso en mujeres debe ser más cuidadoso, especialmente si se encuentran en etapa fértil. "En caso de embarazo tiene que interrumpirse para garantizar una seguridad concreta. Por eso es mejor que, siempre, se acuda a un dermatólogo especialista en tricología, para obtener resultados eficaces, pero también seguros", añade. 

Finalmente, otra opción sería la mesoterapia, es decir, administrar en el propio cuero cabelludo principios activos que frenen la alopecia o aumenten la densidad capilar. "Quizá la que más eficacia y evidencia presenta sea el empleo de dutasteride, con minoxidil o combinado con otros principios activos; o bien el plasma rico en plaquetas. Pero esto, como terapias complementarias, porque no tienen evidencia a favor a día de hoy, y sólo se pueden aplicar en perfiles concretos de pacientes como tratamiento único", zanja.

Prevención desde casa

Por último, el experto presenta unos consejos para evitar la caída del cabello más abundante. Primero, declara que los champús y lociones anticaídas sí ayudan a nuestro pelo.

"Muchos productos de higiene para la melena no frenan la alopecia, pero sí generan más sensación de densidad o de mayor calidad, y favorecen una caballera más brillante o gruesa, y esto puede ayudar a mejorar los resultados estéticos de aquellos pacientes que,  por otra parte, están recibiendo un tratamiento contra la alopecia prescrito por un especialista", comenta. 

Tampoco descarta el uso de suplementos alimenticios. "Le dan una mayor sensación de vigor al pelo, que se vuelve más grueso. Pero usarlos como un tratamiento exclusivo  no es la recomendación. No es un tratamiento preventivo porque falta evidencia a día de hoy", sostiene. 

Como última recomendación, Alberto Soto recalca la importancia de mantener un estilo de vida saludable, prestar atención a los cambios corporales y preferiblemente consultar a un dermatólogo especialista en tricología, más que automedicarse.