El pasado 21 de diciembre fue el solsticio de invierno en el hemisferio norte, lo que quiere decir que fue el día con menos horas de luz en todo el año. Según informa el Instituto Geográfico Nacional, ese día el sol salió a las 8:34 y se puso a las 17:51, con un total de 9 horas y 17 minutos de luz solar.
Por otro lado, el solsticio de verano, ocurrido el 21 de junio, contó con 15 horas y 3 minutos de luz. Esto nos lleva a pensar: ¿cómo influye la falta de luz solar en nuestra salud durante el invierno? Virginia Mª Parrado Suárez, psicóloga de QuirónPrevención, nos dan las claves para afrontar de la mejor manera estos meses.
El hecho de trabajar durante horas con poca luz, tanto al inicio como al final del día, puede afectar a nuestro estado de ánimo, aumentando la sensación de cansancio en nuestro cuerpo. La falta de luz solar tiene efectos directos sobre nuestro cuerpo, entre los que destacan:
Alteración de la secreción de melatonina
La melatonina, es la hormona responsable de regular los ciclos de nuestro sueño y vigilia. Esta hormona se active ante la ausencia de luz solar, induciendo el sueño, y se suspende su liberación ante la presencia de luz solar, favoreciendo el estado de vigilia. En invierno al haber días más cortos, existe un incremento en la secreción de melatonina, lo que implica que nos sintamos cansados más temprano de lo normal.
Efectos psicológicos
La presencia o ausencia de luz solar puede afectar a nuestro estado de ánimo. Cuando estamos expuestos a la luz solar se incrementa la producción y liberación de serotonina, neurotransmisor que contribuye a la sensación de bienestar y felicidad, con lo que solemos sentirnos más felices y energéticos en días soleados.
También la luz solar es clave en la síntesis de la vitamina D, que no solo tiene una gran importancia en nuestra salud ósea, sino que diversos estudios han asociado que la deficiencia de vitamina D está asociada con un mayor riesgo de depresión y otras alteraciones del estado de ánimo.
Uno de los grandes efectos psicológicos de la ausencia o disminución de la luz solar es el Trastorno Afectivo Estacional (TAE), una forma de depresión que ocurre usualmente en invierno, cuando hay menos luz solar.
Por estos u otros factores, la ausencia de luz solar puede causarnos impactos negativos en el estado psicológico, manifestándose en forma de apatía, irritabilidad, tristeza, menor energía o falta de motivación. Sin embargo, existen ciertas estrategias para minimizar esos efectos y adaptarnos de mejor manera al cambio horario.
Consejos para afrontar la falta de luz solar
El último fin de semana de octubre, en la noche del 28 al 29, se atrasó una hora el reloj para entrar al horario de invierno. Si no lo hemos hecho ya, ¿qué debemos hacer para adaptarnos de la mejor manera a este horario? La especialista de QuirónPrevención nos dan los siguientes consejos:
Adaptar horarios progresivamente: los días anteriores al cambio horario los expertos recomiendan retrasar también los horarios de comidas, cenas y sueño entre 10 y 15 minutos.
Mantener un estilo de vida saludable: a través de una alimentación equilibrada y con la práctica de ejercicio conseguirás que no se alteren los ciclos de sueño. Además, existen ciertos alimentos, como los plátanos, que favorecen la activación de la melatonina. También es importante que reduzcas en lo posible la ingesta de cafeína.
Exposición a la luz solar: siempre que puedas aprovecha los rayos de sol. No solo es importante por la necesidad de la vitamina D para nuestro cuerpo, sino también porque la luz solar te mantendrá más activo, y mejorar tu estado de ánimo, siendo una buena estrategia para reducir el TAE. Aprovecha para dar un paseo a mediodía o antes de que se haga de noche.
Evitar las siestas durante el día: aunque te encuentres cansado, evita las siestas o pequeños sueños durante el día, sobre todo si no es un hábito que realices con frecuencia, porque puede que luego tengas más dificultad para conciliar el sueño por la noche.
Sobre el autor:
Stefano Traverso
Stefano Traverso es licenciado en Ciencias de la Comunicación en la USMP de Perú; con un máster en Marketing Digital & E-commerce en EAE Business School de Barcelona. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación en Perú, especializándose en deporte, cultura y turismo.