La fascitis plantar es una dolencia que afecta a la fascia, una banda gruesa de tejido que recorre la parte inferior del pie que va desde el talón hasta los dedos y que desempeña un papel importante en la absorción de impactos y el mantenimiento del arco plantar. Es una de las causas principales del dolor en el talón y puede limitar la movilidad y la calidad de vida de la persona que lo sufre. Aunque suele ser más común en las personas mayores, puede presentarse a cualquier edad debido a diversos factores.
Se estima que, aproximadamente, una de cada tres personas mayores de 65 años sufre dolor en el área de inserción del calcáneo. En Estados Unidos, se reportan entre 600.000 y 2 millones de casos anualmente, y se calcula que entre el 10% y 20% de la población la padecerá en algún momento de su vida.
Este dolor es frecuente tanto en corredores como en personas que no practican deporte, pero que realizan trabajos que requieren estar de pie con carga de peso durante un largo tiempo. Suele ser más habitual entre los 40 y 60 años, aunque en los deportistas puede suceder más temprano. En los corredores, representa el 25% de todas las lesiones del pie y entre el 8% y el 10% de las lesiones deportivas.
En la mayoría de los casos, los síntomas pueden desaparecer en un periodo promedio de entre 10 meses y 1 año. La fascitis se clasifica como una lesión por sobrecarga o uso excesivo y se considera una condición multifactorial que está influenciada por factores como el sobrepeso, la edad avanzada, bipedestación prolongada, limitación de la flexión dorsal de tobillo y de la primera articulación metatarsofalángica.
Los signos característicos incluyen dolor al dar los primeros pasos por la mañana y tras largos periodos de descanso. El dolor suele situarse en el talón y sus alrededores, aunque puede extenderse en algunas ocasiones hasta el mediopié y el antepié.
Las alteraciones biomecánicas, que incrementan la carga que se transmite a la fascia plantar y al arco del pie, contribuye a un aumento de la presión del antepié durante la marcha. Esto suele ocasionar microtraumatismos repetitivos que llevan a la degeneración y engrosamiento de la fascia plantar. Es por eso que se requiere la intervención de un equipo multidisciplinario para poder abordar estos factores de riesgo asociados.
El tratamiento conservador, que se suele realizar con fisioterapia, abarca una serie de enfoques, entre los que se destacan la terapia manual, estiramientos, ejercicios de fortalecimiento, ondas de choque, electroterapia analgésica o vendaje funcional. El equipo de Fisioterapia y de Actividad Física de Quirónprevención muestra en estos vídeos una serie de ejercicios para poder reducir la fascitis plantar:
Sobre el autor:
Stefano Traverso
Stefano Traverso es licenciado en Ciencias de la Comunicación en la USMP de Perú; con un máster en Marketing Digital & E-commerce en EAE Business School de Barcelona. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación en Perú, especializándose en deporte, cultura y turismo.