Salud

Fernando Simón responderá a 65Ymás este sábado sobre las secuelas del coronavirus en mayores de 65

65ymás

Viernes 15 de mayo de 2020

ACTUALIZADO : Viernes 15 de mayo de 2020 a las 14:00 H

6 minutos

Asegura desconocerlo y que lo estudiará para dar respuesta a la pregunta de este diario

Fernando Simón responderá a 65Ymás este sábado sobre las secuelas del coronavirus en mayores de 65
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Viernes 15 de mayo de 2020

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"¿Cuáles son las secuelas más comunes que se han detectado hasta la fecha en los casos de mayores de 65 años que han superado el coronavirus?" (minuto 36:55 del vídeo). Esta ha sido la pregunta lanzada este viernes por 65Ymás al director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, el cual ha reconocido desconocerlas. No obstante ha emplazado a este diario a volver a formular la cuestión este sábado, ya que "buscará la información" y responderá.

Esta semana se conocía que el portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid y secretario general de la formación, Javier Ortega Smith, había ingresado el sábado pasado de urgencias en un hospital por "varios trombos en la pierna y en los pulmones como uno de los graves efectos que puede provocar el coronavirus". Por este motivo han surgido las dudas sobre las secuelas del COVID-19 en las personas que han superado la enfermedad.

Según transcurren las semanas y los estudios clínicos avanzan, se va conociendo más sobre el verdadero alcance del zarpazo que produce el COVID-19 en el organismo humano. Aunque no hay duda de que se trata de un virus respiratorio, y como tal ataca con mayor agresividad a los pulmones, cada vez más pruebas apuntan a que es capaz de dañar a otras partes del cuerpo, y también de provocar secuelas importantes a quienes superan la enfermedad. "Es pronto para saber cuántos pacientes pueden tener secuelas, pero debemos estar prevenidos ante dos de tipo respiratorio: fibrosis y embolias pulmonares", explicaba a la agencia EFE el jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, David Jiménez.

Fibrosis

En la fase grave de la COVID-19, si el sistema inmunitario no es capaz de frenar al virus se genera una respuesta inmune desmedida, mediante la producción de unas sustancias denominadas citoquinas, las causantes de una inflamación en las vías respiratorias que se puede extender a otras partes del organismo.

"Esa respuesta inmunológica desproporcionada pone en marcha todos los mecanismos de reparación que tiene el pulmón y uno de ellos es la fibrosis", señala el neumólogo. La fibrosis es una especie de cicatriz que dificulta la función del pulmón, conseguir oxígeno y eliminar anhídrido carbónico. "Nos preocupan esas cicatrices -apunta- pero todavía no sabemos en qué grado los pacientes van a desarrollar fibrosis y eso nos obliga a seguir con detalle a aquellos con radiografías de tórax todavía no normalizadas".

Fibrosis

Embolia pulmonar

Otra de las consecuencias de la infección por coronavirus podría ser la embolia pulmonar, cuando se forman coágulos en las arterias de los pulmones, como ocurre en otras neumonías. "Estos pacientes requerirán un tratamiento de anticoagulación durante un tiempo mínimo de tres meses y puede que algunos de forma indefinida, por lo que necesitarán un seguimiento a largo plazo", indica el experto.

Una de las preocupaciones era la vulnerabilidad que ante el coronavirus podrían tener los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, EPOC, aunque, sin embargo, ha sorprendido que no sea así.

"Algunos datos nos hacen pensar que quizá estén más protegidos por algunos de los fármacos que se utilizan contra la EPOC, ya que podrían hacer que la respuesta inflamatoria en el pulmón sea menos intensa", manifiesta David Jiménez.

"Pacientes con radiografías de tórax alteradas en el momento del alta y aquellos con insuficiencia respiratoria, de forma obligada, tienen que ser revisados en un plazo prudencial, entre 4 y 6 semanas", indica el neumólogo.

Trombos en pulmones y piernas, una posible complicación del coronavirus

Desajustes de coagulación

También la inflamación descontrolada que el virus desencadena en los casos más graves, además de afectar al pulmón, produce "desajustes en los sistemas de coagulación", según el doctor Fernando de la Calle, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC)

Y lo ha comprobado al tratar a pacientes de COVID-19 como médico adjunto en la Unidad de Enfermedades Infecciosas y Medicina Tropical del Hospital Universitario La Paz de Madrid. "Hemos tenido varios pacientes con ictus, cuadros neurológicos por minitrombos a nivel cerebral, encefalitis leves e incluso anemias, todo ello causado por la inflamación en una fase aguda" de la enfermedad, indica.

Según datos de la Sociedad Española de Neurología, las manifestaciones neurológicas relacionadas con COVID-19 más frecuentes hasta la fecha son encefalopatía leve-moderada (28,3 %), ictus (22,8 %), pérdida de olfato (19,6 %) y cefaleas (14,1 %).

"Estas alteraciones conllevan secuelas durante la convalecencia, un trombo pulmonar puede hacer que la capacidad del pulmón sea menor o que sea necesario temporalmente un tratamiento anticoagulante", apunta De la Calle.

UCI, hospital

Síndrome post-UCI

Además, si los pacientes críticos han pasado estancias largas en las unidades de cuidados intensivos también podrían sufrir las secuelas de la inmovilización. Según la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc)​, el síndrome post-UCI supone secuelas físicas, principalmente respiratorias y neuromusculares, con una importante pérdida muscular y funcional.

También registran problemas cognitivos, como alteración de la memoria y de la atención, y psíquicos, como depresión, ansiedad o estrés postraumático.

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