Teresa Rey
Fisioterapia
Beneficios de la terapia rehabilitadora con robots en pacientes con ictus
La marcha asistida con máquinas puede ayudar a mejorar la funcionalidad de las extremidades
La marcha asistida con robots mejora la rehabilitación de pacientes con ictus. Este tipo de terapias se combinan con la labor humana del fisioterapeuta, y hay varios estudios que corroboran la eficacia de estas técnicas. Una de las más utilizadas es el robot Armeo Spring, que se centra en la recuperación de la movilidad de las extremidades superiores en pacientes que han sufrido ictus, pero también en casos de lesión modular o fractura de húmero.
Neuroplasticidad
Este dispositivo está configurado para que el paciente haga ejercicios terapéuticos funcionales mediante juegos en un entorno virtual. Se centra en la neuroplasticidad, que se mantiene aún después de sufrir daño cerebral, y que es la capacidad del cerebro para crear redes neuronales nuevas o modificar las presentes de una forma habitual. Es, por tanto, el fundamento de la memoria y el aprendizaje.
Armeo Spring consta de un brazo ajustable que hace que el paciente efectúe ejercicios intensivos, repetitivos y orientados a tareas concretas en un área de trabajo muy amplia y en tres dimensiones.
Un estudio sobre este aparato publicado en la revista Neurología realizado por el Servicio de Daño Cerebral del Hospital Nisa Valencia al Mar, demostró la mejoría en la movilidad las extremidades superiores de pacientes con ictus. En concreto, la investigación se efectuó sobre 23 enfermos que habían padecido un ictus un año antes de empezar el tratamiento. Se concluyó que tras 36 sesiones, la funcionalidad del brazo de los afectados mejoró de forma sustancial.
Trabajo junto al fisioterapeuta
En realidad, el uso de la robótica en la rehabilitación de personas que han sufrido un ictus, no implica la sustitución del fisioterapeuta, ni de ese trato cercano, como se pudiera pensar. Siempre será necesaria la intervención de personal cualificado para ir ajustando los parámetros de la máquina en función de cómo evolucione el paciente, y hacer el seguimiento oportuno que requieren este tipo de terapias.
Actualmente existen distintos aparatos que se adaptan a la evolución del paciente ajustándose a su progreso, que varían su respuesta dependiendo de los estímulos recibidos o que se amoldan al comportamiento del paciente. En general, todo esto es positivo, arguyen los expertos, porque el afectado interactúa con el aparato y esto a su vez le genera satisfacción e interés por continuar con la rehabilitación.