Mariola Báez
Fisioterapia
Cinesiterapia para mantener la fuerza muscular y el rango de movimiento de las articulaciones
Esta técnica de fisioterapia resulta muy efectiva a la hora de tratar patologías muy diversas
Lesiones que afectan al aparato locomotor, problemas de circulación sanguínea y enfermedades respiratorias son solo algunas de las dolencias que pueden mejorar con tratamientos específicos de cinesiterapia. Como explican expertos fisioterapeutas, este concepto engloba una serie de técnicas que recurren al propio movimiento con finalidad terapéutica, trabajando tanto la musculatura como las articulaciones.
Según el tipo de dolencia y el estado que presente el paciente, podrá optarse por la cinesiterapia pasiva, en la que el fisioterapeuta realiza las maniobras necesarias para movilizar un músculo o una articulación, o por la cinesiterapia activa, en la que es fundamental la acción voluntaria del paciente, que deberá ejecutar las contracciones musculares y los movimientos, siguiendo las indicaciones del fisio. Además, la cinesiterapia incluye una serie de tratamientos para dolencias muy concretas.
¿Qué beneficios aporta la cinesiterapia?
El fin último de la cinesiterapia es mantener en buen estado el conjunto de la musculatura y recuperar un rango de movimiento en las articulaciones que permita el normal desarrollo de las actividades cotidianas. Los distintos tratamientos pueden aplicarse de manera local, para corregir una determinada patología o lesión, o a nivel genérico, para prevenir o frenar problemas, por ejemplo, de pérdida progresiva de masa muscular que derivarían, de no ser tratados, en sarcopenia.
Aunque relacionemos este tipo de terapia física con dolencias del aparato locomotor, sus beneficios no se limitan a favorecer la movilidad. Los distintos ejercicios que implica la cinesiterapia poseen, además, un importante efecto que repercute en la mejora del sistema circulatorio. Resulta especialmente aconsejable cuando existen problemas que afectan al retorno venoso. En estos casos, terapias específicas, como las que incluyen los llamados ejercicios de Buergen, son las más recomendables para recuperar la circulación periférica.
También enfermedades de carácter respiratorio, como la EPOC, pueden mejorar de manera notable con ejercicios de cinesiterapia encaminados a aumentar la capacidad pulmonar. Por último, el movimiento y la contracción muscular repetida contribuyen a activar el metabolismo por el aumento de temperatura, al tiempo que ayudan a la remineralización ósea.
El médico o el fisioterapeuta, tras una valoración general del estado físico del paciente y teniendo en cuenta la patología que presenta, establecerá el programa de cinesierapia más adecuado a sus necesidades.
En el caso de necesitar recuperar masa muscular, tras un periodo de convalecencia o un postoperatorio, cuando existen problemas de rigidez en determinadas articulaciones o ante una rehabilitación tras sufrir, por ejemplo, algún tipo de caída; son muchas las situaciones en las que la cinesiterapia puede ayudar a ganar fuerza muscular y flexibilidad articular de la manera más efectiva y segura.