Victoria Herrero
Fisioterapia
La fisioterapia, de gran utilidad después de un trasplante
Victoria Herrero
Martes 3 de marzo de 2020
ACTUALIZADO : Martes 3 de marzo de 2020 a las 6:19 H
2 minutos
Una vida activa favorece la calidad de vida de estos pacientes tras la operación
Lejos de lo que uno pueda pensar, la fisioterapia no solo resulta útil en el tratamiento de dolores musculares o articulares. Incluso para aquellos pacientes que se han sometido a un trasplante, seguir una rutina activa de ejercicio mejora su calidad de vida y recuperación posterior. Una afirmación más que positiva en un país que es líder mundial en donación y trasplantes. Según datos facilitados por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) el pasado 14 de enero, durante todo el pasado año se realizaron más de 5.300 trasplantes; gracias especialmente al aumento de un 37% de la tasa de donación.
Postoperatorio con fisioterapia
Cuando se da el caso de personas que han sido trasplantadas de corazón o de pulmón, los ejercicios de fisioterapia son esenciales en todo el proceso posterior a la operación. Así, el trabajo de los especialistas en esta rama se concentra en la aplicación de técnicas respiratorias y motoras para que esos nuevos órganos cada vez se vayan encontrando mejor. "En este tipo de pacientes las técnicas de rehabilitación respiratoria y cardiaca, con ejercicio controlado progresivo, son de máxima importancia", apuntan desde el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid.
Una fisioterapia respiratoria similar también se aconseja con pacientes con trasplante renal. De esta manera, se van eliminando secreciones, al tiempo que se trabajan los músculos y las articulaciones para evitar su desgaste. Estos ejercicios se traducen en una mejora de su tensión arterial, su salud ósea o para prevenir la fatiga muscular.
Una vida más activa
Los pacientes que han estado sometidos a una intervención de estas características, apenas se mueven en su recuperación. Por eso, resulta primordial, en este sentido, que vayan realizando de forma progresiva ciertos ejercicios adaptados a sus capacidades en cada momento. Como es lógico, deben evitar en un primer momento aquellos deportes con los que puedan hacerse daño; pero no así un hábito saludable de moverse algo cada día.
Y es que practicar deporte les reportará ventajas no solo a nivel físico sino también emocional, ya que se notarán más relajados, con menos ansiedad, una menor sensación de dolor y un aumento de su autoestima.