Teresa Rey
Fisioterapia
Diatermia, un tratamiento complementario de fisioterapia basado en la emisión de calor
Es una técnica que utiliza la alta frecuencia para calentar los tejidos y así abordar el dolor
La diatermia o hipertemia dentro de la fisioterapia es un tratamiento que se aplica con un aparato que emite corrientes eléctricas de alta frecuencia o radiofrecuencia. Es decir, utiliza el calor controlado para calentar los tejidos y así abordar distintas afecciones. Lo que se busca es que a través del incremento de la temperatura de los puntos diana se active de forma natural el proceso de recuperación biológica de las zonas dañadas.
Aplicaciones diversas
Es una terapia a la que es posible recurrir tanto al inicio de la lesión o cuando esta se halla en estado avanzado o incluso si es crónica o una patología degenerativa. Así, dentro de la fisioterapia se utiliza en afecciones generales como pueden ser tendinitis, roturas de esguinces, edemas, etcétera. En lumbalgias, artrosis o contusiones se usa de igual modo.
No obstante, también en problemas uro-ginecológicos como tratamiento del suelo pélvico o en hiperplasia benigna de próstata o prostatitis, entre otras. Y además se emplea en la fisioterapia respiratoria que aborda trastornos relacionados con las secreciones o la musculatura relacionada con la tos.
Se trata de un tratamiento complementario de la fisioterapia manual que puede ayudar a calmar el dolor y a hacer más efectivo el tratamiento en su conjunto. Con este aparato se logra una mayor relajación muscular y se reduce la inflamación en el caso de que la hubiera. Si hay problema con los tejidos densos contribuye a una cicatrización más rápida de los mismos, esto es, de tendones, ligamentos articulaciones o huesos.
Sensación de calidez
El dispositivo está formado por dos electrodos y se utiliza una placa metálica a través de la cual se crea un campo de alta frecuencia entre esta y el paciente. Es aquí cuando este experimenta la transformación de la energía en calor. Con este método el cuerpo y sus tejidos se calientan por dentro sin que la superficie de la piel sufra ningún daño. Además, lo ventajoso es que no se siente ninguna molestia, sino una sensación cálida, y el fisioterapeuta adapta las frecuencias según las necesidades individuales.
Existen algunas contraindicaciones a tener cuenta como llevar marcapasos, si se tienen procesos infecciones o tumores, o el embarazo. En el caso de tomar anticoagulantes o tener sensibilidad térmica, debemos informar al terapeuta, aunque este nos evaluará previamente para ver si somos aptos.