Victoria Herrero
Fisioterapia
¿Conoces el síndrome piramidal? ¿Es lo mismo que la ciática?
Este dolor se localiza en la zona del glúteo como consecuencia de una sobrecarga muscular
Cuando uno tiene un dolor de ciática tiene muchas "papeletas" (no en todos los casos) de que esa molestia derive en un síndrome piramidal como explican los expertos de Deusto Salud. Una afección de este músculo, que se encuentra en la zona dorsal de la cadera, entre el coxis y el fémur, frecuente en los corredores.
Por lo tanto, aunque guarden cierta relación, ya que el dolor es muy similar, la ciática y el síndrome piramidal son diferentes. El origen de la primera se encuentra en el disco vertebral, cuando se ejerce una presión sobre esa zona; mientras que en el caso del síndrome piramidal, la causa más común es la "compresión e irritación del nervio ciático" a su paso por la zona glútea, lo que hace que tanto en esta región como en la zona posterior del muslo se produzca el dolor.
Así, esta molestia aparece por una sobrecarga a la hora de hacer ejercicio físico, que puede acentuarse por diversos factores de riesgo, como no ajustar el esfuerzo a las capacidades físicas de cada uno o utilizar un calzado inadecuado. También se puede dar en casos de sobrepeso o por traumatismos en la zona de la pelvis o el glúteo.
Tratamiento con masajes
Esta contractura encuentra en la fisioterapia la mejor solución para su alivio, ya sea empleando sistemas de ultrasonidos o por medio de masajes que realiza el propio fisioterapeuta. Pero, además, el propio paciente puede hacer estiramientos preventivos para evitar o aminorar esas molestias. Así, algunas de las técnicas manuales que nosotros mismos nos podemos aplicar son:
- Nos sentamos en una silla y flexionamos una pierna para colocarla cruzada sobre la otra. Entonces, cogemos la mano derecha y la pasamos por la parte inferior de la rodilla derecha, mientra que la otra mano, la izquierda, envuelve y sujeta ese tobillo derecho. Despacio y sin que sintamos dolor, acercamos tanto la rodilla como el tobillo hacia nuestro cuerpo para estirar este músculo piramidal. Volvemos a la posición inicial y hacemos el estiramiento al contrario: dejamos la pierna tal cual y acercamos el torso a la misma.
- Con este nuevo ejercicio nos ponemos tumbados boca arriba sobre una esterilla. Flexionamos las piernas con los pies paralelos a las caderas y con las plantas bien apoyadas en el suelo. Nos ayudamos ahora de una pelota de goma, que sea algo dura, y la colocamos justo debajo del coxis. Así, comenzamos a balancear y masajear esta zona con la ayuda de la pelota, hacia un lado y hacia el otro.