Mariola Báez
Fisioterapia
Los tratamientos de fisioterapia más efectivos para hacer frente a una molesta tortícolis
Mariola Báez
Foto: Bigstock
Domingo 27 de octubre de 2019
ACTUALIZADO : Lunes 19 de julio de 2021 a las 15:58 H
3 minutos
El dolor en el cuello, frecuente en personas mayores, debe tratarse con técnicas específicas
La tortícolis o cervicalgia es un síntoma doloroso que puede presentar una intensidad variable y que, como explica la Sociedad Española de Medicina Interna (@Sociedad_SEMI), afecta a la columna cervical, el área de la columna vertebral que soporta el peso de nuestra cabeza. Lo hace siempre de una manera inestable, en "equilibrio", una inseguridad que se resuelve con la ayuda del buen posicionamiento de la cabeza y con la fuerza de los músculos que dan forma al cuello, principalmente el esternocleidomastoideo y aquellos situados en la zona posterior.
Existen distintos tipos de tortícolis, desde la más habitual e "inofensiva", que puede originarse por un mal movimiento o una postura inadecuada, especialmente al dormir, hasta aquella que puede ser una manifestación de una enfermedad reumática o una consecuencia de un problema óseo (vértebras cervicales) o incluso neurológico.
Este es el motivo que justifica que, ante tortícolis recurrentes o permanentes, la consulta con el especialista sea una medida básica de prevención y cuidado de la salud.
Cómo se trata una tortícolis pasajera
Desde una ligera molestia hasta un dolor que se irradia hasta la espalda y los hombros, impidiendo casi cualquier movimiento de la cabeza, la gravedad de los síntomas de la cervicalgia varía pero, en cualquier caso, el reposo general, la toma de analgésicos o de algún relajante muscular, por indicación médica, son medidas que proporcionan alivio.
Además, cuando el origen es un mal movimiento o una postura inadecuada, la fisioterapia muestra su eficacia a la hora de combatir el dolor, favoreciendo la movilidad y eliminando una posible tensión acumulada o contractura leve.
Será el fisioterapeuta quien designe la técnica más apropiada en cada caso. En general, la aplicación de calor en la zona (termoterapia) resulta beneficiosa en el alivio de la tortícolis. Los expertos señalan que es frecuente recurrir a terapias combinadas. Por ejemplo, los ultrasonidos pueden ayudar en aquellas ocasiones en las que se aprecia inflamación en la zona y las técnicas de osteopatía son eficaces cuando el origen de la dolencia está en un bloqueo de las cervicales.
Por otro lado, los masajes manuales, no solo en el área del cuello sino también en la zona alta de la espalda, la electroterapia y los ejercicios que estiran y movilizan la musculatura del cuello son también parte de los tratamientos que se aplican para lograr que la tortícolis vaya remitiendo, aunque según su nivel de gravedad, los efectos positivos de la fisioterapia pueden tardar varias semanas en notarse de manera evidente.