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Si hay algo que cada vez atrae más público son los gimnasios. Todo el mundo, tenga la edad que tenga, quiere cuidarse y mantener su cuerpo en forma. Sin embargo, durante estas semanas de confinamiento en casa desde el anuncio del Estado de Alarma y sus consiguientes prórrogas no podemos salir para hacer deporte, algo que tan poco debe ser impedimento para dejar de ejercitar nuestros músculos, por ejemplo de los brazos, en casa.
Aunque pueda resultar menos entretenido y más complicado, en casa también puedes dedicar parte de tu tiempo libre a tonificar la musculatura. Los brazos son uno de los focos de actuación más frecuentes, con el objetivo de evitar futuras lesiones, ganar más fuerza o favorecer el desarrollo de otras actividades. Bajo esta premisa, ¿cómo puedes fortalecer tus brazos desde la comodidad de tu casa?
Poco material y menos tiempo
Una de las ventajas de hacer ejercicio en casa, además de la tranquilidad, es el ahorro de tiempo, sobre todo en el caso de los brazos. Con apenas tres series, de unas 20 repeticiones cada una, y 3 o 4 movimientos, podrás alcanzar tu objetivo a corto plazo. Además, aunque en el gimnasio recurras a máquinas más sofisticadas, el material necesario es también bastante escueto. Así, puedes adquirir un par de pesas, cuya carga debe ser acorde a tus capacidades físicas; unas mancuernas, que pueden ser sustituidas por una botella llena de agua; una barra o incluso una silla.
Sin embargo, si hay un instrumento que puede aportarte grandes beneficios ese es tu peso corporal, protagonista de algunos de los ejercicios más sencillos y populares para tonificar los brazos. ¿Cuáles son?
- Caminata lateral en posición de tabla. Con este ejercicio, no solo los brazos se verán recompensados, también la zona de los hombros. Para llevarlo a cabo, debes adoptar la misma posición que si hicieras flexiones, con los brazos extendidos, y comenzar a desplazarte hacia un lateral moviendo las extremidades.
- Superman. A pesar de su curioso nombre, este movimiento trabaja los brazos, la espalda, los glúteos y los hombros. Únicamente tienes que tumbarte boca abajo sobre una esterilla y levantar los brazos y las piernas extendidos al mismo tiempo. Mantén la posición durante unos segundos.
- Círculos. Y seguimos con uno de los ejercicios más fáciles. Basta con extender los brazos y girarlos haciendo círculos. Puede parecer una rutina insignificante, pero cuando lleves unos minutos, notarás el esfuerzo que hacen tus brazos.
- Fondo para tríceps. Aunque en este caso necesitas utilizar una mesa baja o una silla, la mayor parte del trabajo lo hará tu propio cuerpo. Siéntate en el suelo, de espaldas a la superficie que hayas escogido, coloca las manos sobre el asiento, paralelas a los hombros, y extiende las piernas hacia delante. Cuando tengas la postura inicial, intenta levantar el tronco hasta la altura del asiento. Sube y baja varias veces para conseguir el efecto deseado.