Aproximadamente, el 88% de la población mayor de 65 años en España usaban gafas o lentillas en 2017. Estos son los últimos datos de Statista, que refleja los problemas de visión de las personas mayores en nuestro país, grupo de edad donde se acentúa la vista cansada. Las recomendaciones de las personas que llevan gafas, lentillas o que se han sometido a una cirugía, varían dependiendo de su experiencia y de otros muchos otros factores. Por ello, siempre queda la duda de qué opción es mejor para solventar los problemas de la vista y conseguir ver con mayor nitidez. Los expertos de Zeiss (@ZEISSvisionINT) han evaluado las posibles opciones con sus ventajas e inconvenientes para conocer cuál nos conviene más.
Los problemas de visión pueden aparecer a cualquier edad. Pero, a medida que pasan los años, la salud ocular se va deteriorando. Desde Zeiss aseguran que la medicina aún no ha encontrado la forma de prevenir el deterioro natural de nuestra visión, pero sí de mejorarlo gracias a la utilización de los métodos que corrigen el déficit visual: gafas, lentes de contaco, cirugía láser o lentes implantables . Por ello, estos expertos han decidido mostrar los pros y contras de las tres opciones:
Gafas
Llevar gafas es la solución más común. La mayor parte de la población elige esta corrección porque es la más clásica, son fáciles de llevar, tienen una función estética y podemos quitarlas y ponerlas cuando necesitemos usarlas. Además, los avances en los tratamientos hacen que las gafas sean muy eficaces y a día de hoy existen gran variedad de gafas, como las graduadas con antirreflejante para evitar que nos molesten los reflejos de luz o las gafas de trabajo para que no nos afecte la luz del ordenador.
El principal inconveniente de las gafas es que en determinados momentos son incómodas o poco manejables, además de que se ensucian y se empañan con facilidad.
Lentillas
Las lentillas es la solución preferida para sustituir las gafas. Existen varios tipos: las desechables, blandas o rígidas. No se notan, son cómodas, no se empañan y, gracias a los avances de la tecnología, también podemos encontrar lentillas para la vista cansada. Además, las lentes de contacto nos dan un campo de visión limpio, incluyendo la visión lateral.
Muchas personas son reacias a usar lentillas porque encuentran incómoda la manera de colocarlas. Otro defecto que apuntan los expertos es no poder llevarlas muchas horas seguidas, ya que el ojo no recibe suficiente oxígeno. Además, no todas las personas toleran igual las lentillas, hay algunas que tardan mucho en adaptarse. Lo más importante en las lentillas es su correcto mantenimiento: si no se limpian frecuentemente pueden provocar infecciones oculares.
Cirugía láser
La mayor ventaja de la cirugía láser es que no se necesitan gafas después de la operación. Gracias a las innovaciones en los procesos correctivos, se puede también corregir la presbicia. El riesgo de esta operación es mínimo y el médico es quien decide cuál es el mejor método para el paciente.
Con respecto a los inconvenientes, los expertos consideran que la cirugía láser es un proceso invasivo y que, tras la operación, podemos tener sequedad del ojo durante un tiempo. El mayor problema de esta cirugía es que algunas personas necesitan seguir llevando gafas después de operarse al no corregirse los problemas de visión en su totalidad. Si usted es diabético, no se le aconseja la operación, ya que la cirugía láser le puede ocasionar daños en la córnea.
Lentes implantables para la presbicia
Las lentes multifocales implantables son una opción relativamente nueva para combatir la vista cansada. La cirugía consiste en realizar una pequeña incisión en el ojo para colocar una lente multifocal. Estas lentes se suelen implantar en personas mayores con cataratas y los estudios clínicos revelan que el 90% de los pacientes no vuelve a necesitar ayudas visuales tras la cirugía, según Zeiss.
Las personas con cambios patológicos en el ojo deberán consultar al médico si es conveniente somerterse a la operación.