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La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) ve como "una medida heroica" el confinamiento de trabajadores en residencias de ancianos junto a los propios residentes, pero considera que una medida así "no se puede recomendar de forma generalizadar" en todos los centros según ha manifestado el presidente de la SEGG, José Augusto García Navarro, en una entrevista concedida a Europa Press en el marco de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, que está teniendo una especial incidencia en el colectivo de personas mayores.
García Navarro afirma que espera que esta iniciativa de algunos profesionales "les salga bien, porque esto va a ser una cuestión de varias semanas y cuando empiecen a relajar el confinamiento estas residencias, a lo mejor, tienen la mala suerte de que un trabajador que sale y luego regresa acaba portando el virus y lo tienen dentro".
Así, el presidente de la SEGG sitúa el aislamiento de las personas infectadas con Covid-19, como un punto irrenunciable dentro de los protocolos de actuación de las residencias de mayores para detener la expansión del virus entre los usuarios y trabajadores de los centros.
De este modo, el presidente de la SEGG explica que en España existen protocolos de actuación "generales" y "marco" elaborados por el Ministerio de Sanidad, y también otros adaptados y actualizados en cada comunidad autónoma.
García Navarro pone de relieve que estas pautas "se van actualizando continuamente", porque pueden aparecer nuevos tratamientos, orientaciones, etc. Así, el presidente de la SEGG aclara que suele haber "pequeñas divergencias" entre unos y otros sobre cuestiones como cuándo hay que hacer un test diagnóstico o cuándo hay que poner un tratamiento, por ejemplo.
El aislamiento de infectados, irrenunciable
Preguntado sobre qué puntos irrenunciables debería tener un protocolo de actuación para todas las residencias de ancianos, el presidente de la SEGG afirma que "algo muy sencillo" y es "aislar del resto" al usuario que está infectado por coronavirus porque "si no continúa propagando la enfermedad".
En este sentido, José Augusto García Navarro aclara que hay residencias de mayores que, por sus características físicas, permiten hacer un aislamiento "muy fácilmente" a los residentes positivos y, en cambio, "hay otras más pequeñitas, tipo pisos o tipo chalets, donde es prácticamente imposible aislar" al usuario afectado.
"En las primeras residencias lo que hay que hacer es ubicar a las personas infectadas en las zonas del centro que permiten en aislamiento; y en las segundas hay que intentar sacar al usuario de la residencia, ponerle en otra donde si se pueda aislar o en un hospital de atención intermedia, porque si no trasmitirá la enfermedad al resto de residentes", advierte.
Según indica el presidente de la SEGG, "lo que ha pasado durante dos semanas en España" es que "no se tenía claro" que estaba la enfermedad dentro de las residencias de mayores y se ha ido transmitiendo de unos a otros, residentes y trabajadores. "Ahora están aflorando todos esos casos, después del periodo de incubación, de forma catastrófica, como si fuera un tsunami", apostilla.
"En el momento en que tienes un caso positivo hay que aislarlo porque si no es terrible. Se propaga enseguida a todos los demás", manifiesta José Augusto García Navarro, que recuerda que "las residencias están diseñadas como espacios de convivencia y no de aislamiento".
Finalmente, en relación con los centros de mayores que no tienen ningún contagio por Covid-19, el presidente de la SEGG afirma que "han tenido la enorme suerte" de que, en el momento en que se restringieron las visitas de los familiares, "no había entrado el virus", pero avisa de que esto "no quiere decir que no pueda entrar" porque cualquier trabajador puede portarlo.