Victoria Herrero
Salud
La enfermedad del hígado graso no alcohólico afecta a 1 de cada 4 personas en Europa
El aumento de la obesidad se encuentra detrás del repunte de esta dolencia hepática
Los expertos se refieren a ella como la dolencia hepática más común en Europa ya que afecta a 1 de cada 4 personas. Hablamos de la enfermedad del hígado graso no alcohólico debido, sobre todo, a la obesidad. Una conclusión que se puso de manifiesto el pasado mes de septiembre en un encuentro celebrado en Sevilla como parte de la Cumbre de la Asociación Europea para el Estudio del Hígado (@EASLnews).
Para los expertos allí reunidos, el rápido aumento de los niveles de obesidad y diabetes tipo 2 que se produce en los países occidentales está detrás de la alta incidencia de esta patología, que se caracteriza por un exceso de grasa en el hígado. Y, como consecuencia, un mayor número de casos de cirrosis hepática y cáncer de hígado, por no hablar de otra serie de complicaciones cardiovasculares.A esto hay que sumar, como quedó patente en esta reunión, lo que esto supone de "carga" para el sistema sanitario de nuestros países en los próximos años.
¿Qué suceden con estos pacientes?
Esa acumulación de grasa hace que se produzca una inflamación más elevada de las células hepáticas, lo que puede derivar como hemos dicho en una cirrosis. En los casos más graves, algunos de estos pacientes deben recibir un trasplante de hígado.
Una enfermedad que también guarda relación con el abuso de alcohol, pero que muestra un mayor repunte en aquellos adultos con sobrepeso. Lo que sucede es que el hígado graso no alcohólico es una epidemia invisible, ya que puede que estas personas no muestren síntomas durante años. Cuando sí aparecen estas señales es en forma de cansancio generalizado, dolor e hinchazón en el abdomen o enrojecimiento en las palmas de las manos, por ejemplo.
"La obesidad es la respuesta normal a un entorno anormal y solo puede atacarse abordando los múltiples factores físicos, sociales y económicos que conducen a la obesidad en la sociedad", recuerdan estos expertos, que consideran necesario mejorar las herramientas de diagnóstico por parte de los profesionales del sector, además de impartir campañas de concienciación para que los ciudadanos conozcan los riesgos que tienen en este sentido.
Unas peticiones que también se dirigen hacia las instituciones públicas y las empresas de la industria alimentaria, para la regulación de productos azucarados, procesados o con grasas saturadas, entre otros.
Soluciones que se volverán a escuchar en una nueva reunión de estos expertos en abril de 2020 en Londres. Será allí donde de nuevo se pongan sobre la mesa más medidas para revertir estas cifras alarmantes.
Así, tal y como confirman los investigadores, buena parte del trabajo hacia un camino más saludable lo debe hacer la propia persona, a la hora de evitar caer en una vida sedentaria y apostar por la práctica de ejercicio de forma regular y una alimentación sana. En este último caso, para estos expertos, la dieta mediterránea puede ser de gran ayuda para tener un hígado sano, que debería tener poca o ninguna grasa.