Manuela Martín
Salud
La inactividad es la nueva pandemia y así está afectando a nuestra salud
Nuestra actividad física se está viendo reducida por el Covid
Que la vida sedentaria o la inactividad es perjudicial para la salud no es una novedad. Desde hace años, médicos y expertos vienen subrayando la importancia de practicar algo de ejercicio diario. Sin embargo, lo que sí es una novedad es el nuevo estilo de vida que estamos desarrollando derivado de la actual pandemia mundial en el que ciertas actividades físicas o simples movimientos diarios también se han visto forzosamente reducidos.
Aunque durante el confinamiento veíamos a miles de personas compartir vídeos en sus redes sociales practicando diferentes tipos de actividades físicas en casa, del mismo modo que una vez que comenzamos a salir vimos como parques y calles se llenaban de personas practicando deporte (más del que habían practicado en toda su vida), es algo que duró poco tiempo. Pasados unos meses vemos como esos mismos espacios vuelven a ser frecuentados solo por los habituales de siempre.
Si a la vida sedentaria e inactiva en la que viven inmersos miles de personas diariamente añadimos las nuevas rutinas consecuencias del COVID, los datos realmente preocupan.
Actualmente, se fomenta por ejemplo el teletrabajo. Esto implica que, la actividad secundaria derivada de ir cada día al trabajo se haya visto reducida. Hablamos por ejemplo de actividades como ir andando hasta la parada del autobús, bajar o subir las escaleras del metro, ir andando al trabajo, etc. Ahora, nuestro viaje más largo puede ser desde el dormitorio a la sala de estar.
Pero la pandemia solo ha hecho incrementar una situación social que ya se viene experimentando desde hace algún tiempo y en el que tanto la sociedad como la forma en la que están diseñadas muchas cosas de nuestro entorno y ciudades no ayudan a que nos movamos.
Por ejemplo, las calles favorecen a los vehículos o las escaleras de los edificios de oficinas no están accesibles ni visibles, entre otros.
Además, la ajetreada vida diaria que llevamos hace que tengamos poco tiempo libre para poder realizar deporte o alguna otra actividad física.
Problemas de salud derivados de la inactividad
La inactividad prolongada puede estar detrás de numerosos problemas de salud entre los que destacan la aparición de dolencias asociadas a las enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 o cáncer, depresión, muertes prematuras, hipertensión arterial, obesidad, aumento de peso, insomnio, entre muchos otros.
La vida sedentaria resulta mucho más peligrosa de lo que imaginamos e influye tanto en nuestro estado de salud como lo hace la mala alimentación, el tabaco o el consumo de alcohol.
Concretamente, la falta de actividad física está detrás de millones de muertes prematuras casa año, siendo las primeras causas de muerte en el mundo.
Recomendaciones para una vida con más movimiento
Al margen de las nuevas costumbres y situaciones derivadas de la COVD-19, así como los cambios sociales, es importante que llevemos a cabo algunas medidas para intentar acabar con la falta de movimiento de nuestras vidas, al margen de hacer deporte.
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) definen como personas inactivas a aquellas que no realizan más de 90 minutos de actividad física a la semana. Se trata de un objetivo fácil de superar, ya que basta con realizar más de hora y media de actividad física (no deporte) a la semana distribuida en tres días.
En este sentido, los expertos recomiendan: si vamos a salir de casa para desplazarnos a algún lugar y tenemos que coger un autobús o metro, bajarnos una parada antes para caminar un poco; si teletrabajas desde casa, adapta algún espacio para poder trabajar un poco de pie o haz paradas cada hora para caminar un poco por casa. Igualmente puedes aprovechar las llamadas telefónicas para caminar y levantarnos de la silla. Para estos consejos puedes ayudarte de un reloj para contabilizar los pasos y marcarte objetivos diarios.