Cada 14 de marzo se celebra el Día Mundial de la Incontinencia Urinaria, una disfunción que afecta a alrededor de 6,5 millones de personas en España, según la Asociación Española de Urología (@InfoAeu) y que tiene importantes efectos físicos, psicosociales y económicos que impiden en muchos casos el desarrollo de una vida normal. Es más, seestima que cerca de 1.400.000 personas de más de 65 años (un 15% de los mayores) conviven cada día con este problema de contención de esfínteres, según la Encuesta Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad (ENSE), muchos de los cuales acaban recurriendo al uso de compresas y pañales contra las pérdidas de orina.
Pese a que su prevalencia global en nuestro país es del 24% en la mujer y 7% en el hombre, y va aumentando con la edad hasta el 50% y 29% respectivamente, –superando en número de afectados a otras patologías mucho más conocidas como la diabetes, la artrosis o la osteoporosis–, se trata de una pataología infradiagnosticada, e infratratada, por lo que los expertos y asociaciones advierten sobre la necesidad de hablar sobre ella, romper el estigma y crear medidas para apoyar a estas personas y sobre todo, que sepan que hay tratamientos y acciones de prevención.
Infradiagnóstico
"Es necesario promover el diálogo sobre la incontinencia urinaria, la disfunción pélvica, y sus consecuencias” explica el doctor Jose Miguel Gómez de Vicente, del Servicio de Urología del Hospital Universitario La Paz (@LaPaz2030). “Es fundamental que los pacientes sepan identificar sus síntomas, confíen en acudir al médico, y que sepan que existen tratamientos que pueden ayudarles a recuperar su calidad de vida".
A pesar de afectar a un número significativo de personas, solo entre el 15% y el 40% de los afectados buscan ayuda médica especializada. En el caso de los mayores, se estima que aproximadamente, entre un 30-50% de los pacientes mayores con incontinencia no consultan por este problema, ni reciben una orientación diagnóstica, ni un tratamiento adecuado, "hasta que ya es demasiado tarde y hay que recurrir al último recurso: el uso de pañales", señala el doctor Carlos Verdejo, miembro de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (@seggeriatria) y expresidente del extinto Observatorio de la Incontinencia.
Orígenes y tratamientos
La incontinencia urinaria es una patología que puede tener diferentes orígenes, habiéndose identificado principalmente tres tipos: la incontinencia urinaria de esfuerzo, que ocurre cuando hay un aumento abrupto en la presión intraabdominal, como por ejemplo, al toser o estornudar, al reírse, hacer una flexión o levantar peso; la incontinencia urinaria de urgencia, que, como su nombre indica, ocurre cuando la persona tiene una necesidad repentina e inaplazable de orinar; y la incontinencia urinaria mixta, que ocurre cuando el especialista diagnostica ambas variantes.
Pero tal como recuerdan, los expertos "hay diversas líneas de tratamiento, todas ellas muy efectivas y con buenos resultados en la población mayor", señala el doctor Carlos Verdejo. Cada tipo de incontinencia va a requerir un tratamiento específico, aunque hay una serie de medidas que son generales para todos los pacientes y con cualquier tipo de incontinencia, y otros tratamientos específicos para cada tipo de incontinencia, destacando el tratamiento farmacológico para los casos de incontinencia de urgencia.
Necesidad de informar sobre alternativas a las compresas o pañales
Desde asociaciones de pacientes como (@InconAsia) también exigen mayor especialización entre los profesionales sanitarios que se enfrentan a los primeros síntomas de incontinencia y que no recurrir como primera opción al uso de pañales. "El mayor problema de la incontinencia es que no se le trata como una patología principal en los servicios de salud. No te mata, pero te destroza la calidad de vida y no se le está dando la importancia que tiene pensando en la cantidad de personas que tienen incontinencia y en el impacto que tiene en nuestra calidad de vida. Además, no sólo afecta al paciente, sino a todo su entorno y en especial a los cuidadores", señalan.
Además recuerda que tiene un alto impacto en el presupuesto público y en la economía de las propias familias que supone el uso de pañales, por lo consideran "imprescindible" que tanto la industria como los profesionales sanitarios estén sensibilizados e informados. "Hay casos de personas que se han aislado socialmente y han acabado en depresión por un error en la selección del tipo de pañal", denuncian. Al mismo tiempo, llaman a informar sobre las alternativas al pañal que existen. Y recuerdan que la incontinencia puede afectar significativamente el sentido de dignidad e independencia de las personas que la sufren".
Medidas para prevenir la incontinencia urinaria
El primer mensaje es que hay una serie de medidas para prevenir la incontinencia urinaria, todas ellas muy sencillas y generales. Las más efectivas, según los expertos, son:
- Hidratarse bien y beber unos 2 litros de agua al día, evitando las bebidas excitantes como el alcohol, la cafeína y el té, ya que pueden provocar mayor urgencia miccional. En los casos en los que aparezca una frecuencia miccional nocturna elevada (levantarse a orinar por las noches) se debería reducir la ingesta de agua, a partir de media tarde, tomando la precaución de compensar esta reducción con un mayor aporte a lo largo de la mañana/mediodía.
- Llevar una dieta equilibrada con un aporte adecuado de fibra, para facilitar un ritmo intestinal bueno y evitar el estreñimiento, evitando además la obesidad ya que produce un aumento de la presión intrabdominal.
- Mantenernos lo más activos posible, realizando ejercicio físico diariamente, considerándose la medida más saludable caminar unos 30 minutos, 1 o 2 veces al día.
- Un aspecto muy importante es que se debe acudir al baño cuando notemos las ganas de orinar y no retrasar la micción (esa falsa creencia de que cuanto más aguanto sin orinar va a ser mejor para mí y significa que estoy más sano, no es cierta).
- Aprender a contraer los músculos del suelo pélvico en aquellas situaciones concretas que supongan un aumento de la presión en el abdomen (al estornudar, reír, toser, saltar o cargar peso). Esta recomendación es especialmente importante en el caso de las mujeres, para mantener la musculatura del suelo pélvico lo más fuerte posible y que puede ejercer el máximo grado de resistencia y soporte.
Sobre el autor:
Marta Jurado
Marta Jurado es periodista especializada en Sociedad, Economía, Cultura, Política y redactora en el diario digital 65Ymás desde sus inicios. Licenciada en Periodismo por la Universidad Carlos III y en Filología Inglesa por la UNED, ha trabajado en medios de tirada nacional como El Mundo y Público y las revistas Cambio16 y Energía16. Tiene además experiencia en comunicación corporativa de empresas e instituciones como BBVA o INJUVE.