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La mayoría de los hombres con incontinencia urinaria no consultan al médico por vergüenza y desconocimiento, ya que lo consideran un proceso asociado al tratamiento (en la mayoría de casos oncológico) que han recibido, o en algunos casos al envejecimiento, según han comentado expertos de la Asociación Nacional de Cáncer de Próstata (ANCAP) (@acancerprostata) con motivo de la campaña 'Ríe sin miedo', la cual invita a los afectados a recuperar su calidad de vida, "riendo con ganas y sin miedo" a que la incontinencia aparezca en el momento menos oportuno.
Aunque erróneamente es una patología socialmente asociada a mujeres, afecta también a muchos hombres mayores de 60 años. En este caso, las causas de aparición suelen ser varias: cirugía radical prostática y radioterapia por cáncer de próstata, cirugía o traumatismo pélvico que afecta a la musculatura del suelo pélvico y al esfínter que controlan la micción, la hiperplasia benigna de próstata o la diabetes.
"La Organización Mundial de la Salud (OMS) (@WHO) reconoce la incontinencia urinaria como uno de los siete problemas que requieren mayor atención sanitaria y, sin embargo, sigue siendo un tabú para los hombres y un trastorno no suficientemente atendido. Más de 50 millones de personas en el mundo lo sufren en silencio", ha dicho el jefe clínico del Servicio de Urología del Hospital San Rafael y Médico Adjunto del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Eldiberto Fernández.
Por ello, el experto ha subrayado la importancia de que la incontinencia urinaria adquiera "más empatía social" ya que uno de cada cinco españoles lo sufrirá a lo largo de su vida y en conjunto afectará al 20% de la población. En este sentido, ha avisado de la importancia de tener un correcto diagnóstico para poder recibir el tratamiento adecuado.
"La rehabilitación del suelo pélvico y el uso de fármacos son los primeros escalones terapéuticos eficaces. Y en el caso de la incontinencia severa, el esfínter urinario artificial recupera la función natural del esfínter, por lo que el paciente vuelve a tener una micción normal", ha añadido el experto.
Midedo a reir, estornudar y hacer esfuerzos
Por su parte, el presidente de ANCAP, Antonio Prieto, ha lamentado que los hombres que padecen incontinencia urinaria tiendan al aislamiento social, debido al impacto psicológico de este trastorno y a la limitación a todos los niveles que implica en su vida.
Y es que, tal y como ha argumentado, los pacientes tienen miedo de reír, de estornudar, de hacer algún tipo de esfuerzo que les pueda generar una pérdida de orina.
"La incontinencia urinaria severa puede provocar pérdidas de más de medio litro de orina diarios. Esto supone un gran trastorno para el paciente, afectando en su día a día y llegando a condicionar su vida social notablemente: viajes, actividades deportivas, comidas familiares, relaciones sexuales y reuniones con amigos. Además, surgen complicaciones tópicas locales, como eritemas de la piel e infecciones resultantes de estar mojados de forma constante", ha añadido.
Esfínter urinario artificial
Asimismo, el jefe clínico la Unidad de Urología Funcional de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología (Fundación IVO), Argimiro Collado, ha subrayado que, además de la vergüenza y el estigma, el principal problema por el que los pacientes varones con incontinencia severa no optan a la técnica del esfínter urinario artificial (de elección en estos casos) es que suelen desconocer que existe una solución efectiva para su incontinencia.
Pero no sólo los pacientes lo desconocen, sino que también algunos urólogos, a pesar de ser una intervención sobre la que existen "más de 40 años de evidencia científica", y que recomienda el 96 por ciento de los pacientes que se ha sometido a la técnica.
"Las estadísticas dicen que, en España, más de 200.000 personas usan diariamente absorbentes y pañales para su incontinencia, lo que supone un gasto de alrededor de 210 millones de euros al año a la Seguridad Social", ha añadido el doctor Fernández.
Por su parte, el doctor Collado ha resaltado la eficacia del esfínter urinario artificial, que libra del uso de compresas y pañales a un 80% de los pacientes intervenidos, e insiste en la seguridad de la técnica, que cuenta con casi 40 años de experiencia clínica.
No obstante, el experto ha puntualizado que, si bien consiste en la implantación relativamente sencilla de un dispositivo cien por cien biocompatible, requiere de un equipo médico y de enfermería que cuente con experiencia reconocida y especialización en esta técnica, tanto en la implantación como en el seguimiento.
"También resulta imprescindible el apoyo de la pareja del paciente, que suele ser el principal impulso para acudir a consulta. De ahí la importancia de campañas como ésta que ayuden a visibilizar la gran carga de la incontinencia a nivel social, laboral y personal, y conciencien a la población de que existe una solución efectiva", ha zanjado el experto.