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La pandemia del COVID-19 y el miedo al contagio ha provocado que en las últimas semanas muchas personas se hayan mostrado reticentes a acudir al hospital ante la aparición de problemas de salud que nada tienen que ver con el coronavirus. Sin embargo, el resto de enfermedades se siguen produciendo en el mismo porcentaje que antes de que comenzara esta situación excepcional y, algunas de ellas, requieren de atención inmediata. En este sentido, los expertos alertan de que hay pacientes que están llegando a urgencias con patologías que, por no acudir antes, se han agravado de forma importante, derivando incluso en situaciones irreversibles.
Las patologías que preocupan principalmente a los especialistas son las cardiacas y los accidentes vasculares cerebrales, tal y como indica el doctor Juan Antonio Márquez Vácaro, Jefe del Servicio Urgencias y de la Unidad de Cuidados Intensivos de Quirónsalud Sagrado Corazón (@quironsalud), que destaca que "estas patologías no han dejado de producirse durante la pandemia, pero sus síntomas se han pasado por alto por temor al contagio por acudir a las urgencias de los hospitales". "En el caso de las cardiopatías, hemos recibido pacientes que han sufrido una angina de pecho en sus domicilios derivando en un infarto de miocardio y han llegado a urgencias con daños que ya eran irreversibles. Esto ha ocurrido igualmente con pacientes que han sufrido accidentes vasculares cerebrales que, si no se tratan durante las primeras horas, pueden dejar secuelas tremendamente invalidantes y que podrían evitarse acudiendo a un servicio de urgencias", explica.
No hay que olvidar que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España, produciendo 120.000 fallecimientos al año y siendo éstas y sus consecuencias el 30% de las causas de muerte de nuestro país. El doctor Manuel González Correa, coordinador del Servicio de Cardiología de Quirónsalud Sagrado Corazón, explica que las principales patologías cardiacas atendidas en consultas son la hipertensión arterial, la cardiopatía isquémica –que comprende la angina de pecho e infarto agudo de miocardio–, la insuficiencia cardiaca, las valvulopatías y las arritmias. Los síntomas más habituales por los que los pacientes acuden a consulta suelen ser dolor torácico, palpitaciones, disnea y episodios de pérdida de conciencia transitoria (síncope).
"Hay pacientes que sufren en su domicilio una angina de pecho que puede derivar en un infarto agudo de miocardio en el caso de que no soliciten valoración médica por miedo a contagiarse de SARS-COV2-19, minimizando los síntomas y exponiéndose a consecuencias nefastas para su integridad vital, pues existe una clara relación entre su letalidad o consecuencias de salud de no detectarlos y tratarlos a tiempo", afirma el doctor, que advierte que lo mismo ocurre con la insuficiencia cardíaca crónica, que "si no se trata a tiempo, dejan el corazón dañado para siempre y de forma irreversible".
Por todo ello, ambos especialistas aconsejan a los ciudadanos que no duden en acudir al hospital en caso de presentar síntomas como dolor torácico, palpitaciones, sensación de falta de aire y episodios de pérdida de conciencia transitoria (síncopes), en el caso de patologías cardiacas; y si observan dificultades en el habla, parálisis facial o de algún miembro, porque pueden estar sufriendo un ictus.
La importancia de acudir al hospital a tiempo
Para evitar que el miedo a acudir al hospital pueda acabar teniendo consecuencias fatales, el equipo de cardiólogos de Quirónsalud Sagrado Corazón está llamando por teléfono en estos días de confinamiento a todos sus pacientes para verificar cómo se encuentran y si manifiestan síntomas que hagan pensar en una agudización de su proceso. En función de las respuestas, les requieren para una cita presencial o, por el contrario, les emplazan a una revisión más adelante.
"El feedback recibido por parte de los pacientes ante las llamadas ha sido de plena satisfacción, seguridad y tranquilidad al poder hablar con su cardiólogo para comentar síntomas y resolver dudas, sin salir de casa", comenta el doctor González Correa, que relata que, en una de esas conversaciones telefónicas con un paciente detectó que algo no iba bien y, con la coordinación de su equipo y la ejecución de los test diagnósticos pertinentes, en menos de 24 horas fue posible la realización de un cateterismo urgente y la resolución del problema, cuyas consecuencias hubieran sido dramáticas de no haber actuado rápidamente. "Éste es uno de los muchos casos que se pueden estar produciendo en estos días de bajada asistencial presencial por miedo a contraer el COVID-19", sostiene.
Manuel González Correa, coordinador del Servicio de Cardiología de Quirónsalud Sagrado Corazón.
Aunque esas llamadas telefónicas son útiles para llevar un control de la evolución de la patología, el doctor avisa: "No debemos olvidar que esta visión es parcial y, en ocasiones, hace falta valorar a los pacientes en persona. A su vez, las pruebas diagnósticas como los estudios ecocardiográficos, pruebas de esfuerzo o electrocardiogramas, continúa, se tienen que hacer presencialmente y las estamos realizando en nuestros centros médicos siguiendo las medidas de seguridad que establecen las autoridades sanitarias, tanto para el paciente como para los profesionales".
Asimismo, dado que entre los principales factores de riesgo para el desarrollo de las patologías cardiovasculares se encuentran, la vida sedentaria, la mala alimentación, la obesidad y el consumo de tabaco y alcohol, el doctor González Correa recomienda durante este periodo de confinamiento, realizar ejercicio en casa, moverse, caminar o seguir alguno de los numerosos tutoriales que hay en internet, cuidar la alimentación, evitando productos con alto contenido graso y sal, haciendo una dieta equilibrada y saludable, evitar el consumo de alcohol y tabaco y, sobre todo, ante cualquier síntoma extraño, acudir a un centro hospitalario. También indica que es importante que se consulten recursos procedentes de medios oficiales y sociedades científicas para asesorarse de una forma segura y con garantías para la salud.
Por último, los profesionales sanitarios hacen una llamada a la tranquilidad a la población, indicando que en los centros hospitalarios se ejecuta un protocolo de desinfección y limpieza exhaustivo, con circuitos diferenciados y citas distanciadas para no hacer coincidir a varios pacientes en las salas de espera. Así, en caso de necesidad, se puede hacer uso del servicio de urgencias y acudir a consultas médicas o a realizarse una prueba diagnóstica sin miedo a contagiarse. En caso de hacerlo, las recomendaciones de las autoridades sanitarias para ello son guardar la distancia de seguridad, usar la mascarilla, lavarse continuamente las manos y acudir, siempre que sea posible, solos, o como mucho, acompañados de un familiar.