Los relojes de envejecimiento basados en inteligencia artificial podrían ayudar a predecir la salud y la esperanza de vida utilizando un análisis de sangre, según un nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King's College de Londres (Reino Unido).
Para este estudio, publicado en Science Advances, los investigadores probaron 17 algoritmos de aprendizaje automático, para lo cual utilizaron datos sobre marcadores en la sangre de más de 225.000 participantes de entre 40 y 69 años del Biobanco del Reino Unido.
Según indica el King's College de Londres en una nota, la edad metabólica de una persona se refiere a la media de edad que tiene su cuerpo por dentro, según los metabolitos, unos marcadores en la sangre que se generan durante el metabolismo. "La diferencia entre la edad prevista por los metabolitos de una persona y su edad cronológica" indicaría "si su envejecimiento biológico se acelera o desacelera", explican.
De esta forma, observaron que las personas con un envejecimiento acelerado se relacionaban con una mayor fragilidad, más probabilidades de sufrir una enfermedad crónica y un mayor riesgo de mortalidad, y veían su salud como peor. También presentaban telómeros (marcador de envejecimiento celular) más cortos.
En cambio, las personas con un envejecimiento desacelerado se relacionaron con una buena salud, aunque el vínculo era "débil", señalan.
Los investigadores consideran, así, que los relojes de envejecimiento "podrían ayudar a detectar los primeros signos de deterioro de la salud, lo que permitiría aplicar estrategias preventivas e intervenciones antes de la aparición de enfermedades". Asimismo, permitirán "realizar un seguimiento proactivo de su salud, tomar mejores decisiones en cuanto a su estilo de vida y adoptar medidas para mantenerse saludables durante más tiempo".
En este sentido, el doctor Julian Mutz, investigador del King's Prize, Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia, afirma que "los relojes metabolómicos del envejecimiento tienen el potencial de proporcionar información sobre quiénes podrían tener un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud más adelante en la vida".
"A diferencia de la edad cronológica, que no se puede cambiar, nuestra edad biológica es potencialmente modificable. Estos relojes proporcionan una medida indirecta de la edad biológica para la investigación biomédica y de salud, que podría ayudar a dar forma a las opciones de estilo de vida que toman las personas e informar sobre las estrategias preventivas implementadas por los servicios de salud. Nuestro estudio evaluó una amplia gama de enfoques de aprendizaje automático para desarrollar relojes de envejecimiento, mostrando que los algoritmos no lineales funcionan mejor para capturar señales de envejecimiento", añade.
Por su parte, la profesora Cathryn Lewis, profesora de Epidemiología Genética y Estadística, directora adjunta del tema de Ensayos, Genómica y Predicción en el Centro de Investigación Biomédica Maudsley del NIHR, afirma que "existe un interés sustancial en desarrollar relojes de envejecimiento que evalúen con precisión nuestra edad biológica. Un potente análisis de big data puede desempeñar un papel fundamental en el avance de estas herramientas".
Es por ello que considera que "este estudio es un hito importante en el establecimiento del potencial de los relojes de envejecimiento biológico y su capacidad para informar sobre las opciones de salud".
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.