Mariola Báez
Salud
Lavado nasal en adultos mayores: ¿es recomendable?
Este método de limpieza de las fosas nasales es especialmente útil ante afecciones respiratorias
Por su inocuidad, los lavados nasales se aplican con frecuencia en bebés que presentan mucosidad y aún no son capaces de eliminarla sonándose ellos mismos, pero este sencillo gesto también ofrece múltiples beneficios para la salud y el bienestar de las personas mayores.
Tal como señala el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (@Farmaceuticos_) están especialmente indicados para tratar y aliviar la congestión nasal porque ayudan a eliminar el exceso de mucosidad, de forma suave, evitando la obstrucción y favoreciendo una mejor respiración.
El doctor Joan Montserrat i Gili, director de la sección de Rinología del servicio de ORL del Hospital Sant Pau de Barcelona (@HospitalSantPau), señala que los baños nasales, como medida habitual de higiene de la nariz, contribuyen, además, a mantener en buen estado los tejidos que forman la mucosa nasal, favoreciendo su correcto nivel de humedad y haciendo que cumpla su función de barrera protectora de las vías respiratorias.
¿Cómo se realiza el lavado nasal y cuáles son sus efectos?
El lavado nasal consigue arrastrar cualquier residuo presente en las fosas y conductos nasales: polvo, polen, mucosidad, ayudando a prevenir posibles infecciones en los senos paranasales que podrían desencadenar, entre otras patologías, una sinusitis. Mantiene una buena humectación en el interior de la nariz y favorece la cicatrización en caso de existir pequeñas heridas en las paredes nasales. Un lavado de este tipo ayuda a evitar la obstrucción de las vías respiratorias y resulta especialmente útil ante patologías muy diversas, desde un simple catarro, hasta un episodio de asma o de alergia.
Los lavados se realizan con soluciones específicas, bien en forma del tradicional suero fisiológico, o recurriendo a preparados a base de agua de mar previamente tratada y esterilizada.
Tradicionalmente, esta medida de higiene se ha venido realizando con ayuda de una “pera” de goma o de un recipiente creado para este fin, una especie de pequeña jarra con un tubo curvo para facilitar que el agua penetre por los orificios nasales. Ahora, en las farmacias, también tienes modernos dispositivos de irrigación ya preparados para que realizar el lavado sea muy sencillo.
En cualquier caso, para hacer el lavado, debes inclinar y ladear ligeramente la cabeza, para verter la solución salina por uno de los orificios. El líquido debe salir por el orificio opuesto. Mientras lo viertes, tendrás que respirar por la boca, intentado evitar que el agua pase a la garganta (cabeza hacia adelante e inclinada lateralmente). Con un poco de práctica, te llevará solo unos minutos y, ante una fuerte congestión, el lavado nasal, antes de dormir, favorecerá un buen descanso.