Donar sangre es un gesto altruista que se repite miles de veces al año en toda España y que, en muchos casos, ayuda a salvar vidas. Los requisitos físicos para hacerlo son: pesar más de 50 kg y no padecer, ni haber padecido, ninguna enfermedad de transmisión sanguínea. Asimismo, es recomendable comer y hidratarse bien antes de acudir al centro y, sobre todo, encontrase en buen estado de salud y no haber tomado recientemente determinados fármacos que pueden alterar los componentes sanguíneos.
Sin embargo, no sólo hay criterios físicos. Otro de los factores importantes, que determinan si se puede o no donar, es la edad. Así, el Real Decreto 1088/2005, inspirado en la Directiva europea 2002/98/CE, sitúa la mínima en 18 años (en algunos países está en 16 años, con autorización de los padres) y la máxima en 65 ("salvo para nuevos donantes mayores de 60 años, que lo harán a discreción del médico").
"El tope de edad se asimiló a la de jubilación. No obstante, ya llevamos varios años en que los técnicos de los centros de transfusiones aceptan a personas de hasta 70 años", comenta a 65Ymás el presidente de la Federación Española de Donantes de Sangre, Martín Manceñido.
Del mismo modo, fuentes del Ministerio de Sanidad afirman a este diario que "dada la mayor incidencia de enfermedad cardiovascular por encima de los 60 años, los donantes habituales pueden continuar donando hasta los 70, siempre que tengan buena salud y con permiso del médico responsable, renovado al menos anualmente".
"La justificación que dan los expertos para no dejar donar a las personas de más de 70 es que, a esa edad hay que cuidar a la persona. Asimismo, hay más posibilidades de que padezcan pequeñas patologías y, por ello, tengan que tomar medicamentos, incompatibles con la donación", explica.
De igual manera, Manceñido asegura que, aunque la sangre se renueva todos los días, "los componentes celulares de los glóbulos rojos se empobrecen". "Es curarse en salud", sostiene.
Aún así, "desde la Federación pedimos que esta normativa cambie y que se pueda donar desde los 18 hasta los 70 sin restricciones y hasta los 75, a criterio del médico. Las razones son claras: hay una mayor calidad de vida y la situación demográfica lo demanda", asegura.
Por su parte, el geriatra y presidente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (@CEOMA_ong), Juan Manuel Martínez, comparte la propuesta de la Federación de Donantes. A su parecer, "no hay problema en retrasar la edad, siempre que no exista ninguna patología en el donante que le recomiende no realizarla".
Se calcula que entre el 5 y el 8% de los donantes tienen entre 65 y 70 años. Además, los mayores no sólo donan sino que también consumen el 50% de la sangre de los centros de transfusiones.