Tal como figura en un protocolo interno presuntamente dirigido a los profesionales de Atención Primaria del 23 de marzo, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid elaboró un documento en el que desaconsejaba el traslado a los hospitales de personas mayores de 80 años con estados graves de fragilidad desde sus domicilios, según publica este miércoles el diario El País, quien matiza que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso los modificó posteriormente.
En concreto, el texto al que ha tenido acceso 65ymás contiene claras recomendaciones de "valorar la permanencia en su domicilio" de los pacientes de COVID-19 "igual o mayores de 80 años con patologías graves "y/o escala clínica de fragilidad o mayor a 5", un nivel que indica "enlentecimiento y necesidad de ayuda para actividades como medicación o tareas domésticas".
Documento polémico
El texto, que cuenta con el sello de la Gerencia Asistencial de Atención Primaria, especifica que "es necesario disponer de recomendaciones que ayuden a priorizar la asistencia, pues es una obligación ética establecer criterios de justicia distributiva que respondan a criterios clínicos y científicos y que garanticen una práctica clínica de la máxima calidad".
Además justifican que son protocolos que ya se estaban contemplando en hospitales de la Comunidad de Madrid, avalados por distintas sociedades científicas y "Atención Primaria no debe ser ajena a ello". En concreto se refieren a las polémicas recomendaciones de la Sociedad de Médicos Intensivistas que incorporaban criterios de edad para al atención, además de la condición clínica del paciente.
Tratamientos con morfina
En caso de “pacientes con compromiso respiratorio no susceptibles de derivación al hospital”, el protocolo señala que se debe “realizar tratamiento sintomático para el alivio y el confort”. Este tratamiento consiste en administrar cloruro mórfico –morfina– y, en caso de que no ceda la disnea (dificultad para respirar), añadir otro fármaco, midazolam. El documento prevé administrar otros medicamentos en caso de fiebre o de “agitación o vómitos”.
El traslado o no de los enfermos debía ser decidido en cada caso por al menos "dos profesionales sanitarios", que tenían que comunicar el proceso de la toma de decisiones "con el paciente y su entorno afectivo" de forma "clara, honesta y empática" y documentar en la historia clínica "todo el proceso de toma de decisiones" y la decisión final, según el documento.
Modificación posterior
Tal como publica el diario El País, fuentes de las Consejería de Sanidad madrileña aseguran que el documento fue modificado en una fecha posterior y que se eliminó la edad del paciente (más de 80 años) como uno de los criterios, que además quedaron reducidos a tres en lugar de cinco. También afirman haber corregido la frase “se valorará su permanencia en domicilio” por “se valorará clínicamente y de forma individualizada la adecuación de su permanencia en domicilio”.
Pero fuentes médicas aseguran a 65ymás que el primer documento circuló desde el mismo 23 de marzo entre los grupos de profesionales de Atención Primaria en uno de los momentos más críticos de la pandemia y cuando los protocolos eran básicos para la toma rápida de decisiones ante la saturación de los servicios públicos.