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La migraña afecta a entre un 12 y un 13 por ciento de la población, lo que significa que más de 5 millones de españoles la padecen, siendo la enfermedad neurológica más prevalente a nivel nacional, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Este jueves 12 de septiembre es el Día Mundial de Acción contra la Migraña, "una fecha para recordar que la migraña es mucho más que un dolor de cabeza: es una enfermedad neurológica muy discapacitante, con una alta prevalencia, con un gran impacto en la vida de los pacientes y, a pesar de ello, es todavía una enfermedad infradiagnosticada e insuficientemente tratada y reconocida", ha señalado la doctora Sonia Santos, coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología.
El último Estudio de la Carga Global de las Enfermedades (Global Burden of Disease Survey -GBD-) ha puesto de manifiesto que la migraña es la sexta enfermedad más prevalente en todo el mundo. Además, según datos de la SEN, aproximadamente el 80 por ciento de las personas que padecen esta enfermedad en España son mujeres, generalmente en edades comprendidas entre los 20 y 40 años.
La migraña es una cefalea primaria, cuyos episodios de dolor -sin el tratamiento adecuado- suelen durar más de cuatro horas. El dolor, de carácter pulsátil, es de intensidad moderada o severa, se localiza habitualmente en un único lado de la cabeza, y puede ir asociado a náuseas y/o vómitos, fotofobia y/o fonofobia.
"Los síntomas de la migraña ejercen un gran impacto en el funcionamiento diario de las personas que la padecen, tanto en aspectos físicos, emocionales y sociales, como con la familia, el trabajo y las relaciones sociales. También es una enfermedad con frecuentes comorbilidades entre las que destacan la ansiedad, depresión, dolor crónico... entre otros", ha comentado la doctora Sonia Santos.
Tal y como afirman desde la SEN, 1,5 millones de personas padecen migraña crónica y, aproximadamente, al año, un 3 por ciento de los pacientes con migraña episódica pasan a padecer una migraña crónica. Así, más del 50 por ciento de las personas con migraña presentan un grado de discapacidad grave o muy grave, siendo la discapacidad muy grave para casi el 70 por ciento de los que sufren migraña crónica.
Por ello, la doctora Santos ha resaltado que "el diagnóstico precoz de la migraña es indispensable para mejorar la situación funcional, así como reducir las comorbilidades y la pérdida de calidad de vida de las personas que padecen esta enfermedad". Por el contrario, el retraso en el diagnóstico impide su tratamiento en las fases iniciales de la enfermedad y puede provocar un importante agravamiento de la misma.
Sin embargo, los resultados de la encuesta del Atlas de Migraña 2018 muestran que el 75% de las personas con migraña tarda más de 2 años en ser diagnosticados. "Entre las principales razones del retraso diagnóstico destacan el hecho de que el paciente no consulta por su enfermedad hasta que el dolor se cronifica. Además, muchas cefaleas primarias comparten rasgos clínicos similares, y los síntomas de un ataque de migraña varían considerablemente entre las personas que los sufren, por lo que el diagnóstico de los diferentes tipos de los dolores de cabeza puede no ser fácil", ha señalado Santos.
Una dolencia con bajo diagnóstico
Según datos de la SEN, hasta un 25 por ciento de los pacientes que sufren migraña nunca ha consultado por su dolencia con el médico y un 50% abandona el seguimiento tras las primeras consultas. Una situación que hace que esta enfermedad esté infratratada y que lleve a que más del 50 por ciento de los pacientes se automediquen con analgésicos sin receta, lo cual puede actuar como desencadenante de la cronificación de la migraña.
"La migraña es una enfermedad de difícil manejo que precisa realizar de forma frecuente ajustes en su tratamiento. Además, en determinadas ocasiones, puede resultar complicado obtener resultados satisfactorios a corto plazo", ha explicado la neuróloga.
No obstante, ha asegurado que actualmente existen varias posibilidades terapéuticas para el tratamiento de los ataques de migraña y para su prevención, si bien la elección de uno u otro tratamiento debe ser individualizada, en función de las características de cada paciente.
"Todo paciente con migraña crónica o aquellos pacientes con migraña episódica con más de 3 crisis al mes, deben recibir tratamiento preventivo. En todo caso, el tratamiento farmacológico debe combinarse siempre con pautas de estilo de vida y rutinas, como, por ejemplo, mejorar la calidad del sueño, evitar la obesidad y el sedentarismo", ha apuntado Santos.