David Vargas
Salud
Mascarillas elastoméricas, la nueva revolución contra el coronavirus
Tienen una mayor fijación y, por tanto, son más seguras
Ha pasado un año desde la irrupción del coronavirus y todavía andamos dándole vueltas al debate sobre qué mascarilla es la más adecuada para protegerse frente a la pandemia. Y es que, cuando parecía que sabíamos qué mascarilla debíamos llevar, países como Austria o Alemania se han descolgado con el anuncio de que imponían el uso de la mascarilla FFP2 de forma obligatoria en el transporte público. En España, no hemos llegado todavía a ese extremo, pero en temas de la Covid es prudente no descartar ninguna opción.
En medio de este debate, hemos sabido que un nuevo modelo de mascarilla se postula para el primer puesto en cuestión de seguridad. Son las mascarillas elastoméricas, y vienen con el reclamo de que van a suponer una revolución contra la pandemia. Pero ¿cómo son? Estas mascarillas cuentan con una estructura de plástico donde se coloca el filtro equivalente a las conocidas FFP2 y una goma de silicona que ayuda a adherir la mascarilla a la piel del rostro. El sellado al rostro es parecido al que proporcionan las gafas de buceo, es decir, se ajustan mejor y, por consiguiente, son más seguras porque no queda hueco disponible por el que pueda pasar el aire sin filtrar.
¿Dónde encontrarlas?
Uno de los problemas de las mascarillas elastoméricas es su precio elevado y la dificultad, de momento, para encontrarlas. La empresa Envo Mask las vende en un kit por 70 dólares (unos 65 euros al cambio) que, aparte de la mascarilla, incluye 5 filtros. Otra multinacional que ofrece este producto en España es 3M, que las vende a un precio que ronda los 20 euros.
En realidad, las elastoméricas ofrecen una protección muy similar a las FFP2 en cuanto al filtrado de partículas, con la diferencia de que, al utilizar gomas de silicona, estas se ajustan mejor a la piel y no dejan ningún resquicio. Además, y por esta misma razón, no empañan las gafas, lo que supone un gran alivio para las personas que las llevan, y son reutilizables (eso sí, es necesario cambiar los filtros cada día). Pero, más allá de esta ventajas, los expertos señalan que la mascarilla FFP2 es más que suficiente para la población general, entre otros motivos porque de momento las elastoméricas no están disponibles en todos los países y se destinan principalmente a trabajadores industriales que están en contacto con sustancias peligrosas.