Ignacio Casanueva
Ignacio Casanueva es redactor especializado en temas de tecnología y salud.
… saber más sobre el autorLa mascarilla se ha convertido, muy a nuestro pesar, en un elemento imprescindible para evitar contagiar y contagiarnos por coronavirus. Y todos debemos ser conscientes de ello hasta que, por fin, la ciencia dé con una vacuna contra la Covid-19.
Desde que se impusiera su uso, este elemento ha llegado a convertirse, incluso, en un complemento de moda. Sin embargo, hay que reconocer que es incómoda, sobre todo en los meses más calurosos. No solamente se presenta este problema sino que su uso sigue siendo un impedimento para las personas con discapacidad, especialmente por la pérdida de la expresión facial al tapar la boca.
Las mascarillas transparentes son cada vez más reales, aunque todavía estas mascarillas no tienen la homologación para aclarar su efectividad real contra el virus. Diversas asociaicones e instituciones han pedido al Ministerio de Sanidad que regule su uso, ya que por el momento no han comenzado las pruebas oficiales para corroborar su fiabilidad.
Estas mascarillas nos recuerdan un poco a la vieja normalidad con la que vivíamos antes de la pandemia, permitiendo ver diferentes gestos y, sobre todo, mejorar la comunicación con personas con deficiencia auditiva, con la opción de seguir leyendo los labios de las personas que puedan tener delante. Eso sí, siempre respetando las medidas de seguridad. Pero también servirían para docentes en sus aulas, periodistas que trabajen en televisión o personas con trastornos de autismo.
Un ejemplo reciente está en el Ayuntamiento de Vendrell que ha distribuido entre sus docentes 450 mascarillas de este tipo. Una noticia que puede verse en el Diari de Tarragona. "Es primordial la comunicación entre los docentes y los alumnos", ha destacado a ese periódico la regidora de Educación del Vendrell, Sílvia Vaquero, que ha asegurado que las nuevas mascarillas permitirán "trabajar por la igualdad de oportunidades".
A pesar de la falta de confirmación oficial ya son varias las empresas que han comenzado a crear diferentes prototipos e incluso han comenzado a comercializarlos. En otro artículo detallaremos las diferentes opciones existentes, pero entre todas ellas destaca una empresa norteamericana, Redcliffe Medical Devices, ubicada en Michigan, que parece haber dado con una solución efectiva no solo para superar las incomodidades que ocasiona su utilización, sino también para hacerla mucho más segura por su capacidad para autodesinfectarse y por los potentes filtros que posee. La tecnología que incorpora permite eliminar los virus y contaminantes ambientales con tan solo apretar un botón.
Aquí os dejamos un vídeo con su propuesta publicado en el canal de Youtube de Mashable: