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Investigadores de Girona han hallado que no hay evidencia científica que apoye el uso generalizado de medicamentos de estatina -los más habituales- para reducir el colesterol en personas mayores, y que no es efectivo para prevenir en rstas enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares en personas sanas, aunque sí lo es en enfermos de diabetes mellitus tipo II (DM2).
El estudio ha sido realizado por el Grupo Cardiocat de la redIAPP, integrado por profesionales del grupo de Investigación en Salud Vascular de Girona (ISV-Girona) del Institut d'Investigació en Atenció Primaria IdIAPJGol, del de Investigació Biomèdica de Girona (Idibgi) y de la Universitat de Girona (UdG), han explicado en un comunicado.
"Nuestros estudios apoyan la necesidad de individualizar el proceso de toma de decisiones sobre el inicio del tratamiento con estatinas en esta población. Hay que mejorar las herramientas de predicción de riesgo" para identificar los que podrían beneficiarse, ha explicado el investigador principal, Rafael Ramos.
"Creemos que la información tiene que ser compartida con los pacientes de una forma comprensible, para que puedan participar en la decisión de tomar o no el fármaco. También consideramos que el umbral de riesgo para la indicación de estatinas se tendría que adaptar a esta población", ha dicho.
Han analizado datos de cerca de 47.000 personas mayores de 75 años, sin antecedentes de enfermedad cardiovascular, entre 2006 y 2015, algunos con DM2 y otros sin, a través de la base de datos clínicos del Sistema de información para el desarrollo de la investigación en atención primaria (Sidiap).
Comparativa de datos
Agruparon los participantes según si eran nuevos usuarios de estatinas -o las tomaban tras no hacerlo en los últimos 18 meses-, y los que no las utilizaban, y hallaron que, al comparar los datos, el tratamiento con este fármaco no se asocia a una reducción del riesgo cardiovascular ni con la mortalidad en general en personas sanas.
Sí que tiene un efecto protector en personas de entre 75 y 85 años con diabetes mellitus tipo II, en las que reduce un 24% el riesgo de enfermedad cardiovascular y un 16% la mortalidad, pero este efecto disminuye a partir de esta franja de edad y desaparece totalmente a los 90 años.
El estudio, que no ha observado efectos secundarios relevantes, ha contado con participación de investigadores del Institut Hospital del Mar d'Investigacions Mèdiques (Imim) y del Grupo Sacyl de la Unidad de Investigación en Atención Primaria de la Alamedilla, en Castilla y León, en el marco de la RedIAPP.