Victoria Herrero
Mayores
Más de cien expertos elaboran el primer 'Libro Blanco de la Nutrición de los Mayores en España'
Destacan la importancia de una dieta sana para mejorar la longevidad
Más de un centenar de expertos en el sector de la nutrición, la geriatría y la gerontología han sido partícipes de una publicación que resulta de especial interés para los mayores de 65 años y que recientemente ha visto la luz. Nos referimos al Libro Blanco de la Nutrición de las Personas Mayores en España, que recoge un amplio resumen de todo lo relativo a la nutrición en la tercera edad: sus fortalezas, sus debilidades, sus pautas de alimentación, factores de riesgo ante posibles deficiencias o la calidad de los alimentos que consumen.
Es algo así como una enciclopedia de lo más exhaustiva sobre la realidad nutricional de las personas con mayor edad y que supone todo un referente a la hora de abordar y desarrollar estrategias terapéuticas y preventivas, y conocer en profundidad aquellos aspectos que puedan mejorar su calidad de vida con el paso de los años. Un amplio trabajo realizado conjuntamente y coordinado por la Fundación Española de la Nutrición (@FENnutricion) y la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (@seggeriatria).
"Una de las principales conclusiones a las que hemos llegado tras la elaboración de este trabajo es que necesitamos mejorar la educación de la población adulta y familiares/cuidadores en hábitos de vida saludable, especialmente los relacionados con la alimentación equilibrada, mejorar los hábitos de actividad física diarios y el conocimiento de los procesos asociados al envejecimiento, que debería ser una prioridad en las iniciativas de salud pública”, recuerdan los autores de esta publicación.
La nutrición y la longevidad, un combo ganador
No sorprenderemos a nadie si decimos que la nutrición, siempre que esta sea adecuada y de calidad, juega un papel de lo más importante en el proceso de envejecimiento. Un camino que, si se acompaña de alimentos equilibrados, sobre todo en el caso de las personas mayores, ayuda no solo a mejorar la calidad de vida sino a favorecer un una longevidad más saludable.
Además, para que esa nutrición sea correcta, aquello que comamos debe cubrir las necesidades diarias de energía y nutrientes, que variará según la edad, el nivel de actividad física o ciertas situaciones de enfermedad. En definitiva, adaptar la alimentación a cada persona y circunstancia.
Y en este plano, la dieta mediterránea se antoja ideal para las personas mayores por sus múltiples beneficios, sobre todo en lo referente a prevenir su fragilidad en diversos ámbitos: caídas, fracturas, demencia, discapacidad, patologías... Pero aún hay más. Según diversos estudios de la American Geriatrics Society (@AmerGeriatrics), esta pauta rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, pescados y frutos secos ayuda a mantener a los comensales "saludables e independientes a medida que envejecen". ¿Qué otros aspectos debemos tener en cuenta?
- Mantiene la fuerza muscular, la actividad, el peso y los niveles de energía de los mayores.
- Controla el peso y disminuye los niveles de obesidad, según asegura el Instituto Catalán de la Salud (@icscat).
- Esta dieta baja en grasas es buena para reducir el riesgo de padecer diabetes.
- Actúa contra las enfermedades cardiovasculares, sobre todo gracias al consumo de pescado azul.
- Mejora la función cognitiva.
El ejercicio también ayuda a una dieta saludable
Pero el secreto de esta buena vida, como se recoge en dicha publicación, no solo atañe a la importancia de seguir una alimentación adecuada, sino que la actividad física resulta esencial en este cometido. Practicar ejercicio de forma regular ayuda a reducir el estrés y disminuye el riesgo de padecer fracturas u otro tipo de patologías crónicas no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares.
En el caso de los mayores, no es obligatorio pasarse horas y horas en un gimnasio o seguir rutinas que requieran mucho esfuerzo. Para ellos, como aconsejan los autores de este libro, actividades recreativas o de ocio, como pueden ser dar un paseo, montar en bicicleta o nadar, pueden hacer mucho por su salud física y mental en general.
Algo que también defiende la Organización Mundial de la Salud (@WHO), que recomienda que las personas de 65 años o más practiquen "al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada, 75 minutos semanales de actividad física intensa o una combinación equivalente entre ambos tipos de actividad". Y en este calendario deportivo no viene mal incluir, además, algunos ejercicios para mejorar el equilibrio y la fuerza muscular.
De esta manera, los mayores podrán aprovecharse de contables aspectos positivos: la mejora de las funciones cardiovasculares, el fortalecimiento del aparato locomotor, el incremento de la autonomía funcional o el mantenimiento del buen estado del cerebro. Eso por no hablar de la mejora del sentido del humor, la autoestima y las relaciones interpersonales y sociales.