Victoria Herrero
Mayores
El 43% de los mayores pide ayuda para saber cómo funciona un regalo tecnológico
En algunos casos, desconocen para qué sirven o cómo se ponen en marcha estos modernos dispositivos
En pleno siglo XXI, a la hora de hacer un regalo a otra persona, es normal que surjan como alternativa decenas de artículos y aparatos tecnológicos. Sobre todo, si esa persona es una apasionada de las tendencias más vanguardistas del mundo digital. Sin embargo, en ocasiones eliges este tipo de detalles para un destinatario que no ha nacido en esa era cibernética, con la idea de que aprenda a desenvolverse en los nuevos tiempos. Es el caso de los mayores y los regalos de última generación.
No obstante, es posible que esa buena intención no agrade del todo al usuario, ya que puede que le resulte complicado entender cómo funciona ese aparato, para qué sirve o qué utilidad le va a sacar en su vida diaria, totalmente analógica. Algo en lo que se ha fijado la compañía internacional dedicada a la seguridad informática Kaspersky (@KasperskyES), que ha analizado el comportamiento de estas personas de edad avanzada en relación con dichos presentes.
¿Cómo funciona?
Las conclusiones de este estudio son que solo en el 13% de los casos, el tesón y el esfuerzo de estos mayores hacen que puedan poner en marcha ese artículo. Eso sí, tras un mes intentándolo. Por el contrario, un 43% desisten y deciden pedir ayuda a amigos y familiares para conseguirlo, sobre todo a los más jóvenes de la casa.
Conclusiones todas ellas que extrajeron tras realizar una encuesta a más de 11.000 consumidores de 13 países distintos, entre ellos el nuestro. "A los mayores les resulta muy complicado sacar partido de sus gadgets tecnológicos", explican estos expertos. Nos referimos no solo a móviles o tabletas, sino también a robots limpiadores que dejan la casa impecable sin esfuerzo, cámaras digitales para retratar los mejores momentos, pulseras de actividad física que monitorizan ese ejercicio o sistemas de comunicación inteligentes en el hogar.
“Muchas de las personas que reciban estos regalos harán poco uso de ellos, pero no necesariamente porque no tengan interés. Simplemente les falta la confianza para poner sus aparatos en funcionamiento", recuerda la empresa responsable del estudio.
'Gadgets' que podemos comprar a una persona mayor
Sin embargo, no vas a dejar de regalar tecnología a una persona por mucho que tenga 65 años y no haya nacido con un smartphone bajo el brazo. Y es que esta revolución digital nos permite estar conectados y, en el caso de este colectivo, dispone de ventajas que pueden hacer más sencilla y cómoda su vida. Por si fuera poco, muchos de estos objetos están específicamente diseñados para ellos, con aplicaciones nada complicadas y que pueden entender sin problema.
Por eso, si dentro de poco se celebra un cumpleaños, no hay nada como comprar algún gadget electrónico. ¿Qué alternativas pueden ser más interesantes?
Una monitorización del corazón
Si lo que quieres es que cuide su salud, puedes darle un monitor que vigila la frecuencia cardíaca y que se conecta al teléfono móvil de forma sencilla gracias a la función de bluetooth. Este aparato ofrece información sobre todo lo que le ocurre a este importante órgano de el cuerpo humano. Es decir, es como si fuera un electrocardiograma, pero en versión de bolsillo y doméstico.
Además, no solo aporta datos de sus movimientos, sino que avisa si los niveles de estrés se disparan, calcula la tasa respiratoria y controla toda la actividad cardíaca. Así pues, resulta muy útil para aquellos mayores que en el pasado han sufrido algún episodio del corazón, un accidente cerebrovascular o cuyos malos hábitos pueden hacer que tenga más riesgo a ello.
Nunca más se olvidará la medicación
Olvidarse de tomar una medicina es algo muy común que nos puede pasar a todos, incluso si tenemos menos de 65 años. Así que para evitar que esos despistes se conviertan en algo rutinario y acabe afectando a la salud, se idean todo tipo de sistemas digitales en forma de pastilleros inteligentes. En este caso, son dispositivos tecnológicos con un temporizador programado, gracias al cual se sabe el momento exacto en el que toca ese comprimido.
Un regalo muy acertado, ya que además resulta muy cómodo por su pequeño formato, ideal para llevarlo a todas partes y no dejarlo en casa. Pero, si esto último sucede, la pantalla nos avisa de la dosis que hemos olvidado.
Control de la calefacción
Vivimos en la era de lo que se denomina un hogar conectado. Aplicaciones que hacen la vida más cómoda, facilitan las tareas de limpieza o consiguen que ahorres algo a final de mes. Este último es el objetivo con el que se crean los termostatos inteligentes, para que cualquiera pueda controlar su consumo de calefacción. Dispositivos que, en algunos casos, rondan los 200 euros y son fáciles de instalar.
Modelos con un diseño minimalista y decorativo que incorporan sensores para medir la temperatura, la humedad o hasta la luz ambiente del interior de tu vivienda. Además, en pro de esa reducción del gasto energético, ofrecen estadísticas de consumo y puedes programar el calor de tu casa en función de tus necesidades.