Mariola Báez
Medicina general
¿Qué es la ablación por radiofrecuencia en la enfermedad cardíaca?
Este tratamiento es una alternativa a la cirugía a la hora de corregir determinadas arritmias
Una arritmia es una alteración en el ritmo cardíaco que puede originarse por distintos motivos y presentar síntomas diversos, de mayor o menor gravedad. Es una de las patologías cardíacas más frecuentes y su tratamiento ha evolucionado en las últimas décadas con innovadoras alternativas que pueden sustituir la cirugía cardíaca en determinados casos.
Uno de estos tratamientos es la ablación por radiofrecuencia, un método seguro y con baja incidencia de complicaciones, como afirma la Fundación Española del Corazón (@cuidarcorazon), que permite corregir en un gran número de casos esa alteración del ritmo de nuestros latidos.
Ventajas de la ablación respecto a la cirugía abierta
La ablación por radiofrecuencia consiste básicamente en introducir un catéter, generalmente a través de la vena femoral, y hacerlo llegar hasta el área donde la arritmia ha sido detectada previamente. Puede ser necesario utilizar un catéter de radiofrecuencia (que hará llegar las radiaciones electromagnéticas) o bien un catéter de frío, en cuyo caso se hablaría de críoablación.
El objetivo con ambas técnicas es el mismo: destruir, endureciendo y cicatrizando, esa parte de tejido cardíaco que provoca la alteración del impulso eléctrico y causa la arritmia. Se trata de un método menos invasivo, que permite una recuperación en menor tiempo, que el que exige una intervención quirúrgica "abierta".
La Sociedad Española de Cirugía Torácica-Vascular (@SECTV) señala que, en la actualidad, el sistema de ablación percutánea por catéter suele aplicarse como primer paso en el tratamiento de la mayoría de las arrítmias, dejando la cirugía tradicional como segunda opción. Una metodología cuya idoneidad conviene valorar teniendo en cuenta la relación coste-efectividad, según dicha fuente.
La ablación por catéter con radiofrecuencia sustituyó en los años 80 al tratamiento hasta entonces empleado, que recurría a la corriente continua de alto voltaje para conseguir el mismo fin. La técnica actual con catéter ha demostrado su eficacia frente a los distintos tipos de taquicardias y también ante arritmias muy concretas, como las que provoca el síndrome Wolf-Parkinson-White. Además, puede ser la mejor solución cuando la cirugía abierta implica riesgos o está contraindicada porque la arritmia presenta otras patologías asociadas que hacen la técnica desaconsejable.
Se estima que en un 90% de las intervenciones, la ablación por radiofrecuencia consigue corregir la arritmia mediante el bloqueo del tejido del corazón causante del ritmo cardíaco anormal.