¿Qué es y por qué resulta tan importante la adherencia terapéutica?

Es un serio problema con múltiples consecuencias. Según un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (@OMS_es), en los países desarrollados solo un 50% de las personas que sufren una enfermedad crónica sigue de manera estricta el tratamiento prescrito, es decir, mantienen la adherencia terapéutica, y esta cifra es aún inferior en los países en desarrollo.

Seguir las pautas de un tratamiento en cuanto a dosis, tiempos y acciones complementarias (dieta, hábitos saludables, higiene…) es fundamental para garantizar su efectividad. La OMS señala entre las consecuencias el incremento de complicaciones médicas y psicosociales, una disminución evitable de la calidad de vida y la probabilidad de resistencia ante determinados fármacos. A esto hay que añadir el desperdicio de recursos sanitarios que supone esa falta de adherencia.

La adherencia terapéutica en mayores de 65 años

Seguir las indicaciones médicas es lo habitual, porque todos queremos recuperar nuestra salud cuanto antes. El problema surge cuando los tratamientos han de seguirse por largos periodos de tiempo o son para toda la vida, en el caso de las enfermedades crónicas. La falta de adherencia se aprecia especialmente a la hora de controlar determinadas dolencias, como la hipertensión, el asma, las enfermedades cardiovasculares o los tratamientos contra la depresión.

Un informe del Sistema Nacional de Salud (@sanidadgob) señala que en España el consumo medio de medicamentos en personas mayores de 65 años oscila entre dos y tres fármacos al día y el 75% los toma con carácter crónico. Respecto al nivel de adherencia, distintos estudios señalan que entre un tercio y la mitad de este segmento de población no realiza correctamente la prescripción médica, tomando en muchos casos dosis inferiores a las señaladas por el médico.

El Ministerio matiza que la edad no es un factor determinante en la adherencia terapéutica, pero recalca que hay algunas particularidades que presentan las personas mayores y que influyen en esta situación. El aumento en el número de médicos que prescriben distintos fármacos, el problema que supone la polimedicación para las personas que siguen varios tratamientos al mismo tiempo, la posología, a veces compleja, y la existencia de deterioro cognitivo o dolencias psicológicas son algunas de las causas que generan este problema.

En este sentido, autoridades sanitarias, médicos y farmacéuticos ya han puesto en marcha una serie de medidas para conseguir una mayor adherencia terapéutica, tanto de carácter preventivo como de intervención:

• Promover la relación médico-paciente de manera que el facultativo haga partícipe a su paciente del plan terapéutico.
• Simplificar en lo posible los tratamientos.
• Dar información detallada por escrito, para que una persona mayor pueda consultarla siempre que lo necesite.
• Involucrar a los familiares.
• Recurrir a sencillos métodos recordatorios.
• Investigar periódicamente el grado de cumplimiento.
• Llamar a un paciente si no acude a sus revisiones.

Estas son medidas que pueden solucionar un problema que afecta especialmente a las personas mayores con dolencias crónicas, un segmento de la población que, hay que recordar, sigue creciendo.