Mariola Báez
Medicina general
Artritis psoriásica, una rara enfermedad que puede aunar síntomas de dos dolencias
Su diagnóstico precoz es esencial para impedir su avance y las posibles secuelas
Según datos de la Sociedad Acción Psoriasis, en España unas 200.000 personas padecen esta enfermedad que afecta a las articulaciones de un grupo determinado, de entre el 10% y el 30%, de pacientes que presentan, además, psoriasis.
No es una patología hereditaria, aunque distintos factores genéticos pueden aumentar su prevalencia. La artritis psoriásica combina, en la mayoría de los casos, los síntomas de la artritis, como el dolor, la sensacion de calor y la inflamación presente en las articulaciones afectadas, con las manifestaciones propias de la psoriasis, principalmente áreas de piel enrojecidas o con escamas blanquecinas, sobre todo en zonas de roce común, como pueden ser los codos o las rodillas.
Como señala la Sociedad Española de Reumatología (SER), se trata de una enfermedad crónica, que puede aparecer y desarrollarse de manera diferente en cada persona, presentando diferencias importantes en cuanto a su evolución.
Generalmente esta artritis surge en pacientes que ya tienen psoriasis diagnosticada y tratada, aunque se dan casos en que sucede al contrario, es decir, primero aparece el dolor articular y pasado un tiempo, meses e incluso años, se detectan las primeros síntomas cutáneos de la psoriasis. Cuando la psoriasis se concentra en la zona que rodea las uñas (psoriasis ungueal) y avanza sin el debido tratamiento, el riesgo de aparición de artritis se eleva.
Diagnóstico y tratamiento de la artritis psoriásica
Esta patología se desarrolla de forma progresiva y, ante los primeros síntomas, es esencial la visita al especialista. Las manifestaciones de este tipo concreto de artritis son similares a las de otras dolencias reumáticas (dolor e inflamación de las articulaciones) pero hay tres aspectos que la hacen distinta:
- La afectación puede ser asimétrica, es decir, el dolor se puede presentar, por ejemplo, solo en una rodilla y no en ambas.
- Se centra especialmente en las articulaciones más cercanas a las uñas (de manos y pies).
- Produce inflamación conjunta de las articulaciones y tendones de los dedos, haciendo, en consecuencia, que presenten una hinchazón evidente a simple vista.
La artritis psoriásica suele aparecer en torno a los 40-50 años y prevalece igual en hombres que en mujeres. En sus inicios, puede ser confundida con otras enfermedades o tipos de artritis pero, con un diagnóstico precoz y certero, la mayoría de personas afectadas puede llevar una vida normal con el necesario tratamiento, que perseguirá, por un lado, aliviar el dolor articular y la inflamación cuando surjan episodios agudos, minimizando, además, el riesgo de deformaciones articulares; y por otro, tratar la psoriasis cutánea. Los fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINEs) y las terapias biológicas, centradas en el propio sistema inmunológico, son la base de los tratamientos más actuales utilizados para combatir esta enfermedad.