Mariola Báez
Medicina general
Cardiopatías: lo que necesitas saber sobre el bypass coronario
Entre 8.000 y 10.000 personas se someten, cada año en España, a esta intervención quirúrgica
Son cifras que maneja la Sociedad Española de Cardiología (@secardiologia), que considera que esta intervención puede ser necesaria cuando las arterias, que hacen posible la llegada del flujo sanguíneo al corazón, presentan algún tipo de obstrucción que dificulta ese camino, generalmente por la acumulación de grasas en sus paredes.
Aunque el término bypass también puede hacer referencia a técnicas específicas utilizadas en cirugía bariátrica (empleadas en intervenciones de reducción de estómago), normalmente va ligado a algún tipo de problema cardiovascular, concretamente a un estrechamiento o “taponamiento” de las arterias coronarias.
Un baypass es una técnica que permite injertar en la arteria afectada un fragmento de otra arteria o vena del propio organismo, que hace de “puente” y permite que el torrente sanguíneo llegue al miocardio, salvando esos obstáculos que suponen un grave riesgo para la salud y el correcto funcionamiento del corazón.
¿Cómo se realiza la operación? ¿Es una buena solución?
Hay dos maneras de “construir” ese “puente” que permita que la sangre llegue, en la cantidad necesaria, al músculo cardiaco cuando las arterias coronarias no pueden hacerlo de la forma adecuada. La Sociedad Española de Cirugía Torácica-Cardiovascular (@SECTCV) explica que una cirugía de bypass consiste en extraer una parte mínima de determinados conductos sanguíneos e injertarlos en la arteria afectada, para lograr así que recupere su funcionalidad vital. Las arterias mamarias, las venas safenas internas (que recorren las extremidades inferiores) y las arterias radiales, que están en el antebrazo (del codo a la muñeca), son las idóneas para realizar esta operación.
Existen distintas técnicas quirúrgicas, más o menos invasivas, para anexionar el fragmento extraído a las arterias coronarias obstruidas, pero cualquiera de ellas logra el objetivo de "salvar" el bloque, por lo que un bypass es, en algunos casos, una buena alternativa a un posible trasplante.
Por supuesto, para que la operación resulte realmente eficaz, tras una cirugía cardiaca de bypass es imprescindible evitar cualquier factor de riesgo cardiovascular, como hipertensión, niveles de colesterol elevados o diversos hábitos nocivos.
En cuanto a la durabilidad de estos injertos arteriales, resulta difícil establecerla porque depende de múltiples factores. No obstante, distintos estudios apuntan a que un bypass realizado a partir de la vena safena puede presentar nuevas obstrucciones transcurrido un tiempo medio de unos 10 años, algo que no suele ocurrir en el caso de los injertos obtenidos de la arteria mamaria.