Mariola Báez
Medicina general
Cistitis Intersticial o Síndrome del Dolor Vesical, una enfermedad rara de difícil diagnóstico
Es fácil confundirla con una infección de orina y afecta, en mayor medida, a las mujeres
Es una enfermedad de las consideradas raras y uno de los principales problemas que plantea es que algunos de sus síntomas son similares a los que se producen cuando se sufre una infección de orina de origen bacteriano, aunque la cistitis intersticial o Síndrome del Dolor Vesical (CI/SDV) tenga muy poco que ver con esta patología.
La Asociación Ciudadana de Afectados de CI/SDV (acaci) lo deja bien claro: esta enfermedad no es una cistitis bacteriana, sino una inflamación crónica de la vejiga, que provoca síntomas variables, siempre asociados a un dolor concreto, difícil de definir por parte de los enfermos.
¿Por qué se inflama la vejiga y cómo se trata esta patología?
El Síndrome de Dolor Vesical genera en la persona que lo sufre una sensación de presión, ardor, malestar en el área pélvica o del bajo de abdomen, que puede extenderse incluso a la zona lumbar y que empeora a medida que se produce el llenado natural de la vejiga. Se presenta generalmente asociado a micciones más frecuentes de lo normal, tanto de día como de noche (nicturia), que pueden surgir como una necesidad imperiosa, acompañada de dolor al expulsar la orina. En realidad, son síntomas comunes a una cistitis por infección, pero en este caso, es la inflamación producida por el deterioro del tejido que recubre el interior de la vejiga (urotelio) lo que los provoca.
Los motivos por los que se produce esa alteración en los tejidos no se conocen con exactitud, aunque existen distintas teorías. La más extendida considera que las células de esa capa protectora de la vejiga se ven afectadas por la acción de una proteína específica (APF), que impide su correcta renovación y hace que el tejido epitelial se vuelva progresivamente más fino y permeable. Una respuesta anómala del sistema inmunitario frente a infecciones urinarias repetidas, tal vez no detectadas y convenientemente tratadas, es otra de las causas que se barajan como posibles.
La Federación Española de Enfermedades Raras (@FEDER_ONG) considera la cistitis intersticial un síndrome heterogéneo, cuyo diagnóstico, generalmente, se obtiene por exclusión de otras posibles dolencias. Una exploración física rigurosa, un análisis y cultivo de orina y una cistoscopia, son algunas de las pruebas básicas para determinar con claridad la presencia de esta enfermedad que altera gravemente la calidad de vida de quien la sufre.
De momento, no existe cura para el Síndrome del Dolor Vesical, pero sí tratamientos que consiguen hacer más llevadera la enfermedad reduciendo sus síntomas. En ellos se combina el uso de fármacos específicos, cuyo objetivo principal es mitigar la sensación dolorosa, con las terapias encaminadas a que la persona afectada conozca prácticas de autocuidado que pueden ser de gran ayuda, como las técnicas de manejo del estrés, todo ello sin descuidar los aspectos psicológicos que conlleva esta enfermedad, no siempre comprendida.