Carlos Losada
Medicina general
¿Cómo recuperarse de un esguince de rodilla?
Todo dependerá del nivel de la lesión y de otros factores que evaluará el especialista que te trate
Sufrir un esguince en la rodilla suele ser bastante doloroso, sobre todo si se debe a algún golpe o un accidente. Esta lesión consiste en que alguno de los ligamentos de la articulación (o varios) sufren un desgarro, provocando que las fibras se hieran y no puedan realizar correctamente su labor.
Una vez que se ha sufrido un esguince, llega el momento de la recuperación, que dependerá del grado del mismo, el cual será determinado por un especialista tras una revisión completa de la zona afectada. Estos grados pueden ser los siguientes:
- Grado 1. Se trata de un esguince leve en el que se rasgan las fibras del ligamento, aunque este puede seguir realizando su función.
- Grado 2. En este caso el esguince es moderado pues se rompe una parte del ligamento. La rodilla ya no realiza los movimientos habituales y el dolor aumenta al intentarlo.
- Grado 3. Hablamos de un esguince considerado grave, es decir, la rotura toral del ligamento, que puede llevar a pasar por el quirófano.
¿Cómo ha de ser la recuperación de cada grado?
El tiempo para que una rodilla recupere su funcionamiento normal sin que sintamos dolor dependerá, por lo tanto, de la gravedad del esguince, a lo que tendremos que unir nuestra propia genética, el estado físico y la edad. Grosso modo, se podría decir que para los esguinces de grado 1, el promedio de recuperación oscila entre 2 y 6 semanas; para un grado 2 de 6 a 8; y para un grado 3, de 8 semanas a 10 meses.
Para los primeros “se opta por un tratamiento conservador basado la aplicación de hielo, la toma de antiinflamatorios y el uso de una rodillera articulada que mantendrá el ligamento en su sitio y controlará los movimientos de la rodilla”, explican en Sanitas (@sanitas), a lo que añaden que “si se ha producido un derrame y el líquido no llega a reabsorberse, puede ser necesario proceder a su extracción mediante una punción”.
En caso de que el Grado sea 2, lo primero que hay que hacer es mantener la rodilla inmovilizada el tiempo necesario para que el ligamento cicatrice. Para moverse, el paciente necesitará unas muletas o una silla en caso de que no tenga la fuerza para las primeras. Asimismo, cuando se retire la sujeción, es recomendable el trabajo del fisoterapeuta.
Finalmente, como hemos apuntado, el grado 3 suele requerir cirugía, con lo que conllevará una posterior rehabilitación para que, poco a poco, retome la actividad normal.