Mariola Báez
Medicina general
¿Qué alternativas existen para corregir un juanete sin pasar por el quirófano?
Mariola Báez
Foto: Bigstockphoto
Miércoles 13 de julio de 2022
ACTUALIZADO : Miércoles 13 de julio de 2022 a las 13:19 H
3 minutos
Sin medidas correctoras que frenen su avance, en algunos casos la cirugía es la única opción
La Sociedad Española de Medicina y Cirugía del Pie y del Tobillo (@semcpt1) afirma que el hallux valgus, más conocido como juanete, es la deformidad más frecuente que afecta al pie, especialmente en el caso de las mujeres. Se produce cuando el pulgar del pie se desvía hacia afuera, hasta el punto de provocar molestias y dolor al caminar. Dicho organismo explica que cuando ese dolor impide incluso el uso de un calzado normal y, además, el saliente óseo presenta enrojecimiento, bursitis o ulceración, la cirugía sigue siendo el tratamiento más indicado para corregir la patología.
Plantillas, férulas o separadores, ¿resultan eficaces?
Es importante matizar que este tipo de elementos, que puede recomendar el médico o el podólogo, resultan realmente útiles a la hora de evitar las molestias o el dolor que puede provocar un juanete, ayudando además a frenar su progresión.
Como explica la Fundación Podoactiva (@Podoactiva), en muchas ocasiones el origen del juanete está en la sobrecarga que sufre la articulación por la forma de caminar del paciente. En ese sentido, detectar a tiempo esa mala pisada y recurrir a una plantilla personalizada, que favorezca la alineación correcta del pie, puede evitar fácilmente "males mayores". En muchos casos, estas plantillas, diseñadas expresamente para aliviar el dolor y ralentizar el avance del juanete, son una buena alternativa a una intervención quirúrgica.
El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (@Portalfarma) también insiste en que hay que acudir al especialista al primer síntoma de desviación porque, en ese momento, podrá recomendarnos el uso de plantillas o separadores de silicona, que se utilizan para ayudar a mantener la alineación de los dedos. Estos son muy eficaces, especialmente a la hora de reducir las molestias de un juanete que empieza a tomar forma y que, sin las medidas correctoras necesarias, puede ir a más.
Respecto a las férulas de uso diurno o nocturno, su utilidad depende de cada persona. También contribuyen a la corrección pero, en ocasiones, resultan incómodas y, para algunas personas, llevarlas puede ser más molesto que el propio juanete. Algunos expertos señalan que utilizarlas para dormir, cuando el pie no soporta el peso del propio cuerpo, no tiene demasiado sentido. En cambio, son recomendables para después de una operación de juanetes.
En cualquier caso, debe ser el especialista el que te indique la mejor opción según el grado de desviación que presente el dedo y las posibles patologías asociadas.