Mariola Báez
Medicina general
Diagnóstico por imagen de las patologías del sistema urinario: ¿es igual en hombres y mujeres?
La tecnología actual permite realizar ecografías esenciales en la detección de múltiples dolencias
El diagnóstico por imagen ha abierto nuevos campos centrados en la investigación médica, el diagnóstico y el tratamiento de cualquier enfermedad, desde las cardiopatías hasta las patologías que puedan afectar al hígado o a los riñones. Los avances han llegado también al estudio del sistema urinario, tanto de hombres como de mujeres.
No hablamos del sistema reproductor, sino del urinario, que está compuesto por los riñones, la vejiga, los uréteres y la uretra. La principal diferencia entre el organismo masculino y el femenino radica en la longitud de la uretra, el conducto de expulsión del líquido sobrante y las toxinas, más corto en la mujer que en el hombre. Además, en el caso de este último, los expertos suelen incluir en los estudios del aparato urinario un órgano más, la próstata, que envuelve y rodea la parte de la uretra más cercana a la vejiga.
Aunque presentan características propias, la mayoría de las patologías que pueden afectar al aparato urinario son comunes a ambos sexos y el diagnóstico por imagen es, en los dos casos, una prueba esencial que proporciona información básica para la aplicación de cualquier tratamiento específico.
Cuándo puede ser necesaria una ecografía urológica
Cada uno de los órganos que forma parte del sistema urinario puede presentar patologías propias. En este sentido, las actuales ecografías urológicas aportan valiosa información y resultan especialmente eficaces en la detección o confirmación de patologías como la litiasis o cálculos renales.
Como explica la Fundación Alcer (@FNALCER), junto a otras pruebas como las radiografías simples, las urografías intravenosas con contraste o las imágenes obtenidas mediante TAC, la ecografía puede servir para determinar la ubicación exacta y el tamaño de las llamadas “piedras en el riñón” e incluso para detectar la presencia de una alteración en los tejidos de carácter tumoral. También resulta esencial en el estudio de la morfología del propio órgano (tamaño, forma, posibles lesiones...).
Las ecografías son también una de las pruebas diagnósticas más utilizadas por lo urólogos para la observación de cualquier anomalía que pueda afectar a la vejiga y a los uréteres. Con ella se puede determinar, entre otras cosas, si la pared vesical presenta un engrosamiento anormal, si existe una inflamación que pueda estar provocando una cistitis o si hay algún problema que explique las pérdidas de orina, especialmente en el caso de las mujeres.
En el caso de los hombres, las ecografías de próstata también se encuentran entre las más comunes y sirven para determinar con claridad el tamaño del órgano, detectando así el riesgo de una hipertrofia o hiperplasia.
Técnicas más avanzadas en diagnóstico por imagen
Aunque la radiografía simple de abdomen sigue siendo útil en determinados casos, la técnica radiológica ha sido superada por las pruebas ecográficas, que utilizan los ultrasonidos para obtener imágenes. La realización de una ecografía abdominal resulta sencilla, ya que la aparatología permite obtener imágenes con ayuda de un transductor que el especialista desliza por la zona de estudio, en la que previamente se habrá aplicado un gel conductor.
Se trata, por tanto, de una prueba no invasiva, en la que no se emite radicación alguna y que aporta una primera información básica al urólogo o cualquier otro especialista de medicina interna que haya considerado necesaria su realización. Los avances en cuanto a definición de imagen 3D hacen que los resultados obtenidos sean cada día más precisos y certeros.
En ocasiones, el estudio del aparato urinario requiere la administración previa, vía intravenosa, de un contraste que permita observar claramente las vías urinarias. Es lo que se conoce como o urografía intravenosa. En este caso, como explica la Clínica Universidad de Navarra (@ClinicaNavarra), se recurre a los rayos X para obtener una serie de imágenes que hacen posible visualizar los riñones y también los uréteres y las vías excretoras de la orina. Aunque en la actualidad esta prueba está siendo sustituida por el diagnóstico con las técnicas de Tomografía Computarizada (TC), sigue resultando especialmente útil a la hora de detectar el origen de enfermedades como las infecciones de orina recurrentes o la hematuria.
Por último, dentro de los avances en técnicas de diagnóstico por imagen hay que incluir las innovadoras ecografías Doppler, que permiten estudiar el flujo sanguíneo en venas y arterias. En urología se recurre a ellas, fundamentalmente, cuando es necesario obtener información sobre la vascularización renal, que es la observación de las venas y las arterias renales.
Preparación y posibles riesgos
Como norma general, la realización de una ecografía para detectar anomalías en cualquier órgano del sistema urinario no requiere preparación previa, aunque en el caso de una centrada en la vejiga es necesario que esta esté llena, es decir, tendrás que tomar una cantidad mínima de líquidos y retener la orina hasta después de la prueba.
Cuando la obtención de imágenes requiere la aplicación de una solución iodada que sirva de contraste, es importante estar seguros de que no presentas alergia a estas sustancias. En estos casos, suele ser necesario acudir a la prueba en ayunas.