Mariola Báez
Medicina general
Dolor neuropático: difícil de diagnosticar, de tratar y de entender
Mariola Báez
Sábado 14 de marzo de 2020
ACTUALIZADO : Sábado 14 de marzo de 2020 a las 6:30 H
3 minutos
Surge, aunque no exista causa aparente, por una lesión en el sistema nervioso central o periférico
El dolor neuropático es una dolencia física, tan real como cualquier otra, que puede tener distintas formas de manifestarse, por lo que, identificarla correctamente no es sencillo. La persona que la padece experimenta sensaciones dolorosas en áreas determinadas aunque, en principio, no hay motivo claro, un traumatismo o una enfermedad, que las justifique.
La Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) explica que el dolor neuropático se produce por un daño total o parcial en el sistema nervioso y puede tener síntomas muy dispares, desde una sensibilidad táctil extrema (duele hasta un simple roce), hasta dificultad y dolor en músculos y articulaciones al realizar algún movimiento determinado o incluso estando en reposo.
Bajo el término dolor neuropático se agrupan una serie de patologías heterogéneas, con cuadros clínicos complejos, que suelen necesitar la intervención de los distintos especialistas que componen las Unidades del Dolor presentes en clínicas y hospitales.
¿Cuáles son las causas del dolor neuropático
Este dolor, que puede presentarse a partir de los 50 años y tiene una prevalencia algo mayor en mujeres que en hombres, lo provoca una alteración en el sistema nervioso, que hace que sintamos dolor cuando no es necesario. Tal como recuerdan los profesionales de la medicina, el dolor es la manera que tiene nuestro organismo de avisarnos y protegernos frente a un peligro. Por ejemplo, apartamos la mano del fuego porque nos duele una quemadura.
De igual modo, es el sistema nervioso (cerebro, médula espinal y nervios periféricos) el que provoca el dolor neuropático pero, en este caso, ese dolor es anómalo, porque no hay ninguna causa real que justifique su presencia. El sistema nervioso se hace "un pequeño lío".
El dolor siempre es una sensación subjetiva y difiere entre las personas que experimentan esta enfermedad. Algunas describen su dolor como un hormigueo, una quemazón, una punzada, falta de sensibilidad o, al contrario, hipersensibilidad… La SEMI, considera esta patología como un problema sociosanitario que afecta en gran medida a la calidad de vida de los pacientes y a su estado de ánimo. Cansancio, alteraciones en el sueño, falta de concentración... son también patologías derivadas de ese dolor crónico más o menos intenso que requiere un adecuado tratamiento.
El dolor de origen neuropático puede producirse por distintas causas, desde daño en los circuitos neuronales de la médula espinal, hasta una compresión de los nervios periféricos a su salida de la columna vertebral (por ejemplo es el caso del dolor de ciática). A veces, ese dolor puede estar asociado a otras enfermedades, tal como sucede con la neuropatía diabética.
¿Posibles tratamientos?
El tratamiento del dolor neuropático suele ser farmacológico y en algunos casos, también se recurre a la radiofrecuencia para conseguir el bloqueo de los nervios afectados que generan el dolor. En cualquier caso, son los especialistas de las unidades del dolor los que deben indicar aquel tratamiento que consideren idóneo para evitar el sufrimiento y lograr, así, que la persona recupere su calidad de vida.