Mariola Báez
Medicina general
Las causas más frecuentes de dolor torácico no cardiaco en personas mayores
Un fuerte dolor en el pecho debe ser atendido con rapidez, aunque no siempre sea síntoma de infarto
Esa sensación aguda de opresión dolorosa en el área del esternón, que no cesa ni cambiando de postura ni modificando la respiración, requiere acudir de manera urgente a un hospital porque, como señala la Fundación Española del Corazón (@cuidarcorazon), podría tratarse del inicio de un infarto de miocardio, pero hay otras causas que pueden provocarla.
Ese dolor, que tanto puede alarmarnos en un primer momento, puede tener orígenes variables, algunos relacionados con otras patologías con las que, aparentemente, no tendría ninguna vinculación.
Reflujo gastroesofágico y dolor en el pecho
El Dolor Torácico No Cardiaco (DTNC) es una patología frecuente que, en algún momento de la vida, presenta entre un 12% y un 25% de la población. Aunque parezca extraño, en más de la mitad de los casos, ese dolor tiene su origen en el esófago, tal y como señala la Fundación Española del Aparato Digestivo (@saludigestivo).
Los motivos de esta relación no están del todo claros, pero los expertos señalan que la causa puede estar en un trastorno motor esofágico, es decir, en las contracciones anómalas de la musculatura del esófago, que no solo hacen que los ácidos del estómago suban en forma de reflujo, sino que además acaban desencadenando un dolor torácico, pese a que el corazón no presente cardiopatía alguna.
Como causa probable, también se habla de hipersensibilidad visceral, un término que hace referencia a la percepción y reacción desproporcionada que el propio organismo genera ante una sensación dolorosa que aparece en un órgano determinado, algo frecuente, por ejemplo, en personas que sufren el síndrome del intestino irritable.
En ocasiones, el dolor torácico no cardiaco está ligado a situaciones de fuerte estrés. Sentir sensación de ahogo y un dolor agudo en el pecho es un síntoma habitual en una crisis de ansiedad o ataque de pánico.
Las patologías que pueden afectar a la estructura ósea y a la musculatura del área pectoral también pueden estar detrás del dolor. Una de ellas es la costocondritis. Esta enfermedad provoca dolor torácico como consecuencia de la inflamación en el cartílago que une las costillas superiores al esternón, unas molestias que se expanden del centro del pecho a los costados, llegando incluso a la espalda.
Problemas que afecten al sistema respiratorio, como puede ser una neumonía, y otras enfermedades menos conocidas como el herpes zóster, que puede aparecer en la edad adulta, también son causas probables que justifican la aparición del dolor torácico no cardiaco.
El tratamiento de esta patología requiere un abordaje integral y multidisciplinar, cuyo primer paso será siempre una visita al cardiólogo para confirmar que el dolor torácico no está relacionado con una cardiopatía.