Victoria Herrero
Medicina general
Estas son algunas de las enfermedades autoinmunes más frecuentes
Gracias a nuestro sistema inmunitario, nuestro organismo está protegido de agresiones e infecciones
Nuestro cuerpo está protegido de las agresiones externas así como de infecciones y enfermedades gracias a nuestro sistema inmunitario. Pero, ¿qué pasa cuando este falla? Son las llamadas enfermedades autoinmunes que hacen que nuestras células sean atacadas.
Normalmente son las defensas las que más sufren con esta agresión externa, pero a veces estas patologías se manifiestan de diferentes formas según el órgano que esté afectado, como explican desde el Hospital Universitario Clinic Barcelona. Se pueden precisar hasta 80 tipos de trastornos de estas características, pero algunos de los más comunes son los que os describimos a continuación.
Lupus
En este caso, esta enfermedad no ataca a un órgano en concreto. Sin embargo, muestra especial incidencia en el caso de la piel y las articulaciones. Una de las características más peculiares del lupus es que se trata de una dolencia muy heterogénea, complicada de diagnosticar, por lo que no hay dos pacientes con los mismos patrones o sintomatología. Salvo en el caso de una coloración típica que afecta a la zona de la nariz y de las mejillas.
Esclerosis múltiple
Esta enfermedad es una enfermedad degenerativa y crónica que ataca al sistema nervioso: afecta al cerebro y la médula espinal y se manifiesta en forma de piernas rígidas, cansancio, pérdida de fuerza en las extremidades... La principal damnificada en este caso es la mielina, que es la sustancia que envuelve las fibras nerviosas o neuronas.
Los actuales tratamientos médicos pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes, pero deben conocer que se trata de una enfermedad que no tiene cura.
Enfermedad de Crohn
Se trata de un trastorno del tubo digestivo que provoca dolor abdominal, diarreas o pérdida de peso. Más concretamente, es una inflamación de la zona intestinal pero, especialmente de la zona más baja del intestino delgado o el intestino grueso. Para su tratamiento, se requiere de una metodología farmacológica o quirúrgica en los casos más graves. Incluso en algunos casos se recurre a una terapia nutricional durante un tiempo administrada con una sonda o en vena; seguida de una dieta con bajo contenido en fibra.
Artritis reumatoide
Las articulaciones sufren tanto con esta enfermedad que hasta pueden llegar a deformarse y tener un movimiento limitado. Es una de las consecuencias de esta dolencia que empieza con unas leves señales de dolor articular en muñecas, dedos de las manos, rodillas o tobillos especialmente.
Pese a que se trata de una enfermedad que tampoco tiene cura, como en algún que otro caso anterior, en su tratamiento es esencial las sesiones de fisioterapia para mantener flexibles esas articulaciones.