Mariola Báez
Medicina general
Glándulas suprarrenales: ¿qué complicaciones pueden presentar en un adulto mayor?
La anómala producción de hormonas puede derivar en una insuficiencia suprarrenal aguda o secundaria
Las pequeñas glándulas suprarrenales se sitúan en la zona superior de cada riñón y se encargan de generar hormonas esenciales para el organismo, que inciden directamente en el correcto funcionamiento del sistema inmunitario, en nuestra respuesta frente al estrés, o en los niveles más o menos elevados, de la presión arterial.
Cortisol o aldoesterona son algunas de las hormonas que generan estas glándulas, que controlan, en definitiva, el metabolismo basal. Sus niveles en el organismo, influyen de manera determinante en la propia salud.
Una de las enfermedades relacionadas más frecuentes es la hiperplasia, una patología genética y hereditaria que, generalmente, se detecta en la infancia o en la adolescencia y que, como señalan médicos especialistas, produce síntomas como una voz gruesa o un vello excesivo que, además, aparece de manera prematura.
A medida que avanzan los años, las glándulas también pueden comenzar a funcionar de manera anómala, produciendo una cantidad menor de hormonas. Es lo que se conoce, tal y como señala la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (@SociedadSENN), como insuficiencia suprarrenal que, según su origen y nivel de gravedad, puede considerarse aguda o secundaria.
Sintomatología y tratamiento de las patologías relacionas con las glándulas suprarrenales
La insuficiencia suprarrenal es un déficit en el nivel de hormonas esteroideas esenciales en el organismo. Esta anomalía puede tener su origen en las propias glándulas, o bien ser consecuencia de otras enfermedades que afectan a la glándula hipofisiaria o al hipotálamo, con los que mantienen una conexión directa.
Los síntomas más comunes, que pueden indicar que algo no va bien en la producción hormonal de las glándulas suprarrenales, son el cansancio y la fatiga inexplicables, los mareos, la debilidad, el dolor muscular y una pigmentación anormalmente oscura en las mucosas, por ejemplo, de la boca o de la nariz. Hay que hacer especial hincapié en que la insuficiencia suprarrenal también puede desencadenar problemas en la memoria y en la capacidad de concentración.
Es importante distinguir entre insuficiencia suprarrenal aguda o primaria y secundaria. En el primero de los casos, es esencial el diagnóstico precoz para establecer un tratamiento efectivo, que puede implicar la aplicación diaria de compuestos de hidrocortisona, especialmente si el paciente presenta vómitos o diarrea. Por su parte, la insuficiencia suprarrenal secundaria, deriva de una hipofunción de las glándulas, que causa síntomas similares a la Enfermedad de Addison (enfermedad autoinmunitaria) y que requiere un control exhaustivo y un adecuado tratamiento farmacológico que supla las carencias hormonales.