Si vas a hacerte un TAC, esta es la preparación de la prueba radiológica

El TAC es una prueba diagnóstica habitual en las unidades hospitalarias de radiología, que permite obtener información precisa del interior del organismo, gracias a las imágenes que proporcionan los rayos X en combinación con las nuevas tecnologías. Se trata de un examen indoloro y de corta duración. Detectar patologías coronarias, torácicas, abdominales o gástricas, u observar el estado del cráneo o de la columna vertebral, como explica la Sociedad Española de Neurorradiología (@SENR_org), son solo algunas de las aplicaciones que permite esta avanzada herramienta, esencial en el diagnóstico precoz.

Preparación ante la posibilidad de necesitar un contraste

En realidad, someterse a un TAC no requiere preparación previa alguna, ya que el paciente únicamente debe tumbarse en la camilla y "atravesar" la máquina, llamada escáner circular, que se encarga de emitir los rayos X que analizan su cuerpo, enviando las imágenes de interés al médico radiólogo. No obstante, en la mayoría de ocasiones, es necesario administrar un contraste, vía oral o intravenosa, para que esas imágenes sean más precisas y hacerlo sí requiere tener en cuenta una serie de condiciones.

Será el especialista, dependiendo del tipo de TAC y de los órganos que se quieran observar, quien establezca las medidas exactas de preparación previa. Pero, como normas generales, el Servicio Andaluz de Salud (@andaluciasalud) señala:

• Se debe acudir a la cita en ayunas, sin haber tomado alimentos sólidos, al menos, desde cuatro horas antes a la realización de la prueba. De hecho, pueden ser necesarias hasta seis horas de ayuno.
• El día anterior, es importante ingerir abundante cantidad de líquidos. En este caso, los dos litros diarios de agua son imprescindibles, salvo que el médico, por algún motivo, indique otra dosis. También el consumo de agua es necesario en las horas posteriores a la prueba.
• Si el TAC requiere la toma de un contraste vía oral, la unidad de radiología será la encargada de proporcionarlo, explicando al paciente cómo debe prepararlo e ingerirlo. Generalmente, se trata de una suspensión (unos polvos a los que hay que añadir agua) que debe tomarse horas antes de la prueba según la pauta establecida.
• En el momento de la exploración, deberás quitarte cualquier objeto metálico que puedas llevar, incluyendo las prótesis dentales.
• Para realizar el TAC con total seguridad, también es fundamental comunicar al médico si se padece algún tipo de alergia (especialmente frente al yodo que contienen los contrastes) o enfermedad y los tratamientos farmacológicos que puedas estar siguiendo, porque, en determinados casos, hay que suspender la medicación habitual días antes de la realización de la prueba.